Carlos Malamud
El Cultural, 26/04/2013
Niall Binns muestra el cambio radical de la imagen de España
en América Latina tras la República. Un fenómeno similar al ocurrido con la
Transición española. Ha comenzado por Ecuador y Argentina y seguirá por Perú y
Chile
Guerra Civil y, por último, la forma en que ésta dividió a
la sociedad, especialmente desde la perspectiva política y del pensamiento. El
grueso de la obra, y aparentemente su principal objetivo, se estructura en un
extenso apéndice documental que recoge abundantes testimonios de escritores,
periodistas y políticos de la época.
El recuento es exhaustivo y se puede decir que prácticamente no falta nadie que haya escrito algo relacionado con España y su tragedia en los países estudiados. Sin embargo, en este apartado se hubiera agradecido un mayor esfuerzo de clasificación. Si bien cada autor, o medio de prensa, es precedido por una breve biografía o estudio que lo sitúa frente al conflicto, no hay un agrupamiento de aquellos a favor o en contra de la república, o de quienes adoptaron posiciones menos claras. De este modo, el lector podría sacar mayor partido a una colección de gran potencial.
Ecuador y Argentina vivieron la guerra de forma similar, pero diferente. En buena medida esto último responde a la importancia de las colonias españolas, pero también a la densidad de los intercambios culturales con España. Éste es un punto decisivo, teniendo en cuenta que pese a la independencia nunca hubo una ruptura total entre ambos mundos. La espesa red de relaciones tejida, por ejemplo, por Emilio Castelar, así lo confirman. Esto implica que la influencia española en el mundo de las ideas latinoamericanas es mayor delo que se cree y es un camino a profundizar.
Bienvenida, entonces, la aparición de una obra como ésta, que, desdela perspectiva de la historia de la literatura y de los estudios intelectuales, busca respuestas regionales para unos hechos de tanto impacto. Para volúmenes futuros sería oportuno cuidar la edición y mejorar el estudio introductorio y, sobre todo, dotarlos de un imprescindible enfoque comparativo.
El recuento es exhaustivo y se puede decir que prácticamente no falta nadie que haya escrito algo relacionado con España y su tragedia en los países estudiados. Sin embargo, en este apartado se hubiera agradecido un mayor esfuerzo de clasificación. Si bien cada autor, o medio de prensa, es precedido por una breve biografía o estudio que lo sitúa frente al conflicto, no hay un agrupamiento de aquellos a favor o en contra de la república, o de quienes adoptaron posiciones menos claras. De este modo, el lector podría sacar mayor partido a una colección de gran potencial.
Ecuador y Argentina vivieron la guerra de forma similar, pero diferente. En buena medida esto último responde a la importancia de las colonias españolas, pero también a la densidad de los intercambios culturales con España. Éste es un punto decisivo, teniendo en cuenta que pese a la independencia nunca hubo una ruptura total entre ambos mundos. La espesa red de relaciones tejida, por ejemplo, por Emilio Castelar, así lo confirman. Esto implica que la influencia española en el mundo de las ideas latinoamericanas es mayor delo que se cree y es un camino a profundizar.
Bienvenida, entonces, la aparición de una obra como ésta, que, desdela perspectiva de la historia de la literatura y de los estudios intelectuales, busca respuestas regionales para unos hechos de tanto impacto. Para volúmenes futuros sería oportuno cuidar la edición y mejorar el estudio introductorio y, sobre todo, dotarlos de un imprescindible enfoque comparativo.
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