sábado, 31 de octubre de 2009
"La casa roja" de Juan Carlos Mestre, Premio Nacional de Poesía 2009, en la prensa nacional
Presentación: "Sus labores", de Mercedes Chozas, en la FNAC
adn.es / Cultura & Ocio. 30 octubre 2009
Ana Mendoza. EFE
Decía Francisco Umbral que un libro debe ser "un cuajarón de tiempo, una concentración de vida", y ese latido vital impregna la nueva obra de la escritora Mercedes Chozas, "Sus labores", un conjunto de relatos que, en opinión del novelista Luis Landero, reflejan "la visión magistral de lo cotidiano"·
"A ese encanto de lo diario, Mercedes Chozas siempre le añade un toque de fantasía, de imprevisión, de absurdo a veces. Y también de poesía", afirmó Landero al presentar este libro en el que su autora traza un retrato de dos generaciones, la de aquellos que empezaban a ser jóvenes cuando el hombre llegó a la Luna, y la de sus padres.
Chozas (Madrid, 1952) lleva más de veinte años haciendo compatible su trabajo de profesora de Literatura con su vocación de escritora. Ha ganado premios como el Nacional de literatura infantil por "Palabras de cuento"(1979), el Austral por "La mirada, la memoria y la voz de Valle" (1995), y el Río Manzanares de novela por "Las horas náufragas" (2006).
Fue compañera de universidad de Luis Landero en los setenta y, como subrayaba el escritor, a ambos les unía el amor por la literatura, por "la misteriosa belleza que puede emanar de las palabras". Los dos han procurado siempre escribir aquello que les gusta, "sin intentar gustar a los demás" ni adaptarse a "las tontas demandas del mercado".
Por eso, el autor de "Juegos de la edad tardía" sentía una especial emoción al resumir en el Fórum de la FNAC las bondades del libro de Chozas, publicado por Calambur.
Son catorce relatos llenos de imaginación, ese "bien escaso" del que hablaba Baroja, y protagonizados por personajes que "viven atrapados en la realidad diaria", pero que "siempre encuentran algún modo de escapar de esas servidumbres", comentaba Landero.
La autora acabó de escribir los relatos de "Sus labores" hacia el 2000, y desde entonces "reposaban tranquilamente en un cajón". De ahí que sus personajes, explicaba Chozas, "todavía compran en pesetas, no tienen móviles y están despidiéndose del siglo XX".
Pero cuando Calambur se los pidió para publicarlos, los releyó y le gustaron, entre otras razones porque encontró en ellos "un estilo propio", que no era "el de ninguno de los admirados cuentistas" a los que quería parecerse: Chéjov, Baroja, Truman Capote, Cortázar, Pere Calders, Roal Dahl y Lobo Antunes.
"Los cuentos no se parecían a ellos; se parecían a mí y eso me gustó", aseguró Chozas, que es la mayor de ocho hermanos y ha visto convertida en un sugerente "collage" la hermosa foto del carné de familia numerosa que prestó para la portada del libro, en la que aparecen sus padres con toda la prole.
El primer cuento, el que da título al libro, es un homenaje a Mele, la madre de la escritora, a la que nunca le gustó que, hasta no hace mucho, la profesión de las amas de casa se expresara con un lacónico "sus labores" en el carné de identidad, por decisión de algún "chupatintas descolorido".
A partir de ahí van surgiendo los restantes relatos, inspirados algunos de ellos en la infancia y adolescencia de la escritora, y otros en las "vivencias de sus contemporáneos". Pero todos son fruto de esa especial facilidad que tiene cualquier escritor para "espiar con avidez" a su alrededor y apropiarse de "historias, noticias, anécdotas, instantáneas y tipos curiosos", contaba Chozas.
Sobre ese fondo cotidiano, la escritora va tejiendo en sus cuentos, según subrayó Landero, "un discreto mundo de ensueños, de pequeñas aventuras, de anhelos incumplidos, de proyectos más o menos imposibles que tiñen el relato con una ternura, una piedad y un aliento poético realmente admirables".
Autora también de obras de narrativa como "Miulina", "Las tres voces de Marina" y "Cuatro veces adiós", Chozas tiene ya "muy avanzada" una nueva novela. "Es muy ambiciosa" y en ella entremezcla cuentos populares con una "historia de aprendizaje, de peripecia vital".
http://www.adn.es/cultura/20091030/NWS-1675-Mercedes-Chozas-cotidiano-magistral-impregna.html
jueves, 29 de octubre de 2009
Noticia: Calambur en "Ágora, el debate peninsular"
La Poesía de España y Portugal a debate hoy en Ágora Academia
La jornada comenzó con el recuerdo de Ángel Campos y Manuel Herminío Monteiro
Eva Lumbreras - Extremadura al día - 21 oct 2009
La Voz en Espiral evoca en primer lugar el libro de poemas de Ángel Campos, en cuya memoria se ha desarrollado hoy el segundo curso de Ágora, Academia, que gira en torno a la difusión de la poesía en España y Portugal. La conferencia inaugural comenzó a las 10:30 horas, se contó con las ponencias de Perfecto E. Cuadrado, que rindió un sentido homenaje a la figura de Ángel Campos, escritor y traductor insustituible, por otro lado, Carlos da Veiga ensalzó la figura de Manuel Herminío Monteiro, editor de Assírio&Alvin, que desempeño un papel determinante en la difusión de la poesía, tanto portuguesa como española, en Portugal. Ambos personajes determinaron el panorama portugués y español actual en la edición y traducción de poesía. La cultura a ambos lados de la raya tiene mucho que agradecer a Ángel Campos y Manuel Herminío Monteiro. Para coordinar esta mesa se contó con la colaboración del profesor Miguel Ángel Lama, y el profesor y escritor, Fernando Pinto Do Amaral. La poesía ha conseguido hoy atraer a gran número de público tanto español como portugués.
Durante su intervención Perfecto E. Cuadrado, lleno aún de emoción por la perdida de Ángel Campos, le recordó como”una voz poética importante, una voz poética muy personal, que en cuanto a mí, figura entre las voces más personales, más autenticas de la poesía española de las últimas décadas y de los últimos tiempos”. Campos “aportó al conocimiento de la literatura, de la poesía portuguesa en España sobre todo la presencia entre nosotros de nombres desconocidos todavía y que hoy son reconocidos ampliamente, y contribuyó también a que otros nombres que ya eran conocidos se conocieran mejor como el caso de Pessoa y el caso del propio Jośe Saramago”, señaló Cuadrado. Tambien “aportó algo muy importante, que fue contribuir, como otros muchos, a que esa famosa Raya, pese a su ser inmaterial, era tan pesada como todos los muros de todos los Berlines, contribuyó a que esa Raya, como dice el lema del Gabinete, se vaya borrando poco a poco, por lo menos en el ámbito, el el territorio de la cultura, el de las relaciones literarias, incluso las relaciones académicas”. Finalmente Cuadrado recordó que “falta todavía mucho y por lo tanto necesitamos muchos más como Ángel todavía, para que esa Raya se borre definitivamente, de donde todavía existe, que es el imaginario popular, en el que todavía vivimos de los tópicos del pasado”.
Por su parte, Carlos Da Veiga recordó la figura y la labor de Manuel Herminío Monteiro, un hombre que no conocía fronteras ni entre la literatura ni entre las personas, poseía además una enorme capacidad de contacto humano, por eso consiguió una pléyade de autores y también las ayudas por parte de la administración que le facilitaron la vida como editor. Manuel Herminio Monteiro fue el editor de la publicación Assírio&Alvin, que editó obras de autores como Mário de Sá-Carneiro, Teixeira de Pascoaes, Herberto Helder, o Mario Cesariny, entre otros. También señaló Veiga que Herminio era un “trasmontano”, provenía de una zona dura, exigente y agreste, “trajo la la ciudad esa fuerza y ganas de luchar que le permitió sobrevivir y resistir” pues cada día su editorial iba a la quiebra, aguantó gracias a los contactos humanos. Fue Herminio, apuntaba Da Veiga, un hombre que siempre estuvo muy bien integrado en el mundo de la cultura portuguesa, pero eso no le impidió ser un provocador, como demuestra la publicación que hizo de la obra “El amor es jodido” de Esteves Cardos. También introdujo novedades en el marketing de la poesía, consiguió llevar hasta los autobuses y los tranvías de Lisboa la poesía un día al mes, también editó bolsas de papel para el pan repletas de poemas, en Guimaraes. Dos hechos que han contribuido a la divulgación mayoritaria de la poesía. Este “falso cateto” definió la edición como “otra forma de escritura”; Herminío explicó en una ocasión que “me gusta pensar que trato a la editorial como quien cuida su viña”. Uno de sus últimos trabajos consistió en dirigir la antología poética “Rosa del mundo” que contiene 2001 poemas de la literatura mundial.
'Edición de poesía en España y Portugal'
Tras la conferencia inaugural, a las 12:00 horas dio comienzo la mesa redonda 'Edición de poesía en España y Portugal', dirigida por Luis Sáez Delgado, director de la editora Regional de Extremadura, quien manifestó que “a poesía sobrevive pese a ser una de las formas más primitivas de literatura”; la mesa también contó con la participación de Joao Melo, escritor y consejero de cultura de la Embajada de Portugal en Madrid, Manuel Borrás, editor de Pretextos, Manuel Da Silva Terra, editor y escritor, y Emilio Torné, editor de Calambur editorial. Sáez presentó magistralmente a los invitados y planteó la temática a seguir, desde la épica de la edición hasta las nuevas tecnologías, un extenso campo, que sin embargo no dio tiempo a cubrir.
Melo, en su intervención puntualizó que “la sombra de Pessoa es un culto que ha encubierto la obra de otros autores que aún quedan por descubrir”, el esfuerzo por colocar la literatura portuguesa en España está dando sus resultados, este país era “un desierto donde vagaban tan sólo algunos nombres”, sin embargo “este panorama ha cambiado en todos los campos hoy día”, y la cuestión que se suscita ahora es “¿qué demanda de lectores españoles hay de libras portugueses ya editados?”. “Parece que está todo hecho y está siempre todo por hacer, este instinto de recomenzar es el que nos garantiza un destino y un futuro. Finalizó Melo.
Por su parte Borrás explicó que “uno edita por pasión y además edita lo que no logra olvidar”, y alabó las figuras de José Antonio Llardent y Ángel Campos, “me entregaron un testigo” y ha recogido el guante de incorporar al acervo español la edición de escritores portugueses como: Jorge de Sena, Rui Belo, Ramos Rosa, Oliveira o Querios.
El futuro pasa por ir incorporando también las voces de los más jóvenes, pues en Portugal existe una renovación con autores muy interesantes, porque lo que “más me pone es reconocer y ayudar a los autores emergentes”, señalaba el editor de Pretextos, y finalizaba recordando que “los editores literarios nos dirigimos a lectores no al público”.
Torné comenzó su intervención con un reconocimiento a la poesía de Ángel Campos, “su obra irá creciendo con el tiempo”; respecto al mundo editorial declaró que “los editores tenemos responsabilidades, un reto de sobrepasar la situación actual” para lo que propone que el sector se reinvente, pero cómo hacerlo, el modelo actual de las editoriales está tocando techo, cuesto mucho sobrevivir en él, los nuevos caminos pasan por las implicación con la sociedad y en el hecho cultural, pues los editores son “generadores de encuentros y sinergias”. La editorial Calambur ha publicado en España libros de autores como Eugenio de Andrade, Nuno Judice, Jorge de Sena, Antero de Quental, José Bento, Joan Miguel Fernandes Jorge, Freitas o Carlos de Oliveira. La tarea que se impone para el futuro pasa por la publicación de las nuevas generaciones, para lo que se necesita la conjunción de criticos, traductores, lectores, en definitiva todos los sectores de la literatura.
miércoles, 28 de octubre de 2009
Reseña: "Las rosas de la carne", de Manuel Francisco Reina
Reseña: "La aldea de sal", de Lêdo Ivo
Novedad Ensayo: Estudios sobre la poesía de José Corredor-Matheos
martes, 20 de octubre de 2009
Novedad Poesía: El río de los amigos. Escritura y diálogo en torno a Gamoneda
lunes, 19 de octubre de 2009
Reseña: "Los senderos que se bifurcan", de Ana María Navales
viernes, 16 de octubre de 2009
Reseña: La aldea de sal, de Lêdo ivo
"Consumirse en el propio canto, eso lo esencial / para el poeta. Entregarse por completo” es la intención que desborda todo el libro. Su voz es apasionada, desmesurada en su potencia imaginativa (“mi reino es el exceso”), y regala poemas con largo aliento. No en vano, entiende que “nuestra función consiste en conservar la vida a través del arte, sin esperar reconocimientos o recompensas”.
En sus poemas se constata la presencia de lo mágico, la irrupción de la imaginación en la realidad. Sus textos están plagados de hermosísimas imágenes poéticas, que buscan inundar con fantasía la realidad, intensificar con lirismo los hitos que acontecen entre la rutina. En las páginas de La aldea de sal se acumula una gran potencia poética. Ivo alude a invenciones, a la infancia, como referentes en esa reconstrucción mágica de la realidad, o esa mirada mágica de lo cotidiano. Por otra parte, se pueden hallar ciertos apuntes cómicos, que cuadran con ese planteamiento celebrativo del entusiasmo.
Afirma que la poesía es el puente hacia lo inverosímil, y que la búsqueda de lo inefable (un término que utiliza constantemente) es el ímpetu imprescindible para apreciar lo vital; para vivir con intensidad:
Después del otro mundo, hay siempre un nuevo más allá que conquistar...
Pero eso te amo, Poesía, a ti que me reclamas hacia las inmensidades de la vida.”
La antología recoge textos de buen número de sus abundantes poemarios. Se trata de piezas de versos largos, generalmente, o bien poemas en prosa, o con epígrafes, con un componente narrativo como hilo conductor. Utiliza de vez en cuando la anáfora, para construir poemas completas, y utiliza con frecuencia estructuras sintácticas paralelísticas para enunciar imágenes.
De esta edición bilingüe también hay que destacar el sugerente prólogo, una pieza poética en sí mismo, escrito por Guadalupe Grande y Juan Carlos Mestre.
En el poema “Justificación del poeta”, Ivo expresa una contundente declaración de principios, cargada de sentido poético, al mismo tiempo: “Mis inquietos pensamientos no caben en la salita con flores moribundas en los jarrones y sonrientes paisajes enmarcados / deja que sobrepasen las cortinas azules y caminen mucho más allá de las ventanas abiertas”. Y, en ese sentido, apuesta por la poesía como creación de un mundo nuevo: “¡Mirad lo que no existe. Creadlo y seréis poetas!”. Pero pide libertad total para desarrollar el vuelo poético (“celebraré, lo celebraré todo, pero dadme la libertad de cantar sin imponerme el nombre de las ciudades y de los ríos, sin sugerirme los temas”).
Ahí llega a una bella concepción del poeta: “Los poetas, padre mío, son los corazones del mundo (...), los poetas son los pianos del mundo”. O, en otro poema, “tenemos necesidad de ángeles para ser poetas”. Se han recogido varios poemas que plantean el problema de la función y la capacidad de la poesía en este volumen; todos ellos de una gran sugerencia e inconformismo.
Leer a Lêdo Ivo supone abrir una ventana a los sueños, a la realidad que permanece escondida entre las sombras; ésa que, tal vez, sólo la poesía es capaz de iluminar.
jueves, 15 de octubre de 2009
Novedad Biblioteca Liiterae: El notariado en la España Moderna
Miguel Ángel Extremera Extremera
El notariado en la España Moderna. Los escribanos públicos de Córdoba (siglos XVI-XIX)
Biblioteca Litterae, 19. 2009
ISBN: 9788483591567
408 páginas. 27 €
Figura poco tratada en relación a su importancia como sujeto histórico, el notario en la España Moderna ha sido estudiado, generalmente, atendiendo a su actividad profesional y en una doble vertiente: desde una perspectiva jurídica, es decir, en cuanto integrante de la institución notarial propiamente dicha, o bien desde un ámbito paleográfico y de producción escrita, meramente documental. Ausentes de estos estudios, por tanto, los aspectos social, patrimonial y cultural, sin duda imprescindibles para comprender la naturaleza de cualquier grupo socio-profesional en la Edad Moderna, la obra de Miguel Ángel Extremera viene a rellenar el vacío que la historiografía española aún tenía pendiente en esta materia.
Miguel Ángel Extremera Extremera, nacido en 1976, es Doctor en Historia por la Universidad de Córdoba, con la tesis Los Intermediarios del Poder. Escribanos públicos de Córdoba en la Edad Moderna (siglos XVI-XIX). Autor de varios trabajos referentes al notariado en la España Moderna, también ha publicado otros de diferente temática aunque siempre encuadrados en la historia social y cultural: Esclavos en la ciudad de Córdoba: su presencia como elemento indicador de la urbe (siglos XVI-XVIII), Fiestas de toros en la Córdoba del Antiguo Régimen (siglos XVII-XIX), Al servicio de Su Excelencia. Correspondencia familiar de un corregidor del duque de Alba (1764-1767), o El ascenso frustrado. De una mesocracia emergente a una burguesía ausente (Córdoba, 1500-1800), son una muestra de ello. En la actualidad, trabaja como Profesor Ayudante Doctor en la Fatih University (Estambul), impartiendo asignaturas relacionadas con la historia y la cultura hispánicas.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Novedad poesía: "El año del ombligo", de Pablo Jauralde
El año del ombligo
Calambur Poesía, 97. 2009
ISBN: 9788483591383
200 págs. 17 €
Llorar es uno de los efectos naturales que más se han desprestigiado en las sociedades burguesas; y no es que la poesía incite al llanto, pero atraviesa los rincones que hubieran podido ocupar mocos y lágrimas y se deja ver en ellos sin tanto pudor como en la denominada vida diaria. De ahí a ensalzar y a cantar el llanto no hay más que un paso. Quizá la poesía sea un lugar con rincones en los que no se miente, en los que a veces no se miente; de ahí los afanes.
Una propuesta seria, rigurosa, planteada sin concesiones, de llorar, sobre todo los domingos por la tarde, y de volver al azúcar se alza aquí resueltamente, con voces de a doce y de a trece, al comienzo y al término de El año del ombligo, recuerdo de un año vitalista y joven que terminó por asomar a la piel de la moda. Modas que vienen y modas que van, modas contra las modas y contra la moda de ir con la moda o de imponerla. Baratillo estético que se erige como resultado obvio de intentar sobrevivir a un aplastamiento producido por el peso de la tradición y el fulgor de la novedad.
Amar descaradamente a quien no se debe, cantar en los idiomas que no existen, prepararse concienzudamente para el olvido y en algún banco soleado del Retiro madrileño —mejor si es otoño— descender al silencio amarillo de la tarde y hablar quedo para que no se entienda demasiado, mientras los amores, las pasiones, las fantasías embadurnan los sueños, que dejan de parecer imposibles cuando se depositan en palabras.
El año del ombligo es el cuarto libro de versos medidos de Pablo Jauralde Pou (preceden: Sin embargo; Trizas bruces; Calcetines Rojos).
Entrevista: Manuel Francisco Reina
Con motivo de la presentación reciente de su último libro de poemas, Las Rosas de la Carne, desde esta redacción nos pusimos en contacto con el prolífico autor, ya que después de leerle mucho, cosa que recomendamos desde aquí a todos, queríamos dibujar en este espacio el perfil de este gran poeta, y conocer mejor a la persona que nos había llegado a lo más profundo del alma.
Manuel Francisco nos concedió esta entrevista amablemente, que espero sinceramente que disfruten.
-Me gustaría comenzar con una pregunta, a mi parecer, primordial. Como lector, ¿cuándo y por qué comenzó tu relación con los libros?
Desde que era un niño. Mi madre cuenta con cierto estupor, todavía, que empecé a hablar antes que a andar, con nueve meses. Mi abuelo materno, al que le debo mucho, y que era un gran lector, se dio cuenta de esto y de la curiosidad de aquel niño por las palabras. Por esta razón me enseñaron a leer y a escribir antes de ir al colegio, y mi abuelo me abrió un mundo maravilloso contándome a la vez los cuentos tradicionales de Pulgarcito o Caperucita, y las leyendas de Aquiles o Helena de Troya, que para aquel niño que, en cierto sentido, sigo siendo, eran de la misma pandilla.
-¿Cuál fue el motor que te impulsó a escribir?
Tal vez el amor a la cultura y a las palabras, el consuelo, la esperanza y la fuerza que me dieron desde niño y adolescente, y el descubrimiento de que, tal vez algunas de las mías, podían dar esperanza y consuelo, ilusión o felicidad a los otros.
-Te han definido como novelista, dramaturgo, crítico literario y, ante todo, poeta. ¿El poeta nace o se hace o es que escribe simplemente para poder respirar?
Dice Hölderlin que “poéticamente habita el hombre la tierra” y, aunque parezca mentira mirando alrededor, yo tengo mucha fe en la poesía y en las palabras como totem de armonización, casi como arcano capaz de transformar todo el horror del mundo en algo mejor. Yo escribo, sobretodo poesía, porque no podría concebir mi vida sin ella. Es a la vez naturaleza y destino, vocación y condena. Creo que, en cierto sentido, los fundamentos filosóficos de los románticos, en este mundo tan pragmático y, por el contrario tan absurdo, siguen siendo válidos hoy.
-Recordando el verso de Pessoa, “O poeta é um fingidor”, ¿qué hay de vivido y de fingido en tus poemas?
Que diga Pessoa que el poeta es un fingidor, o un mentiroso en una traducción más libre, no deja de tener gracia y todo el sentido en su caso porque más de la mitad de su obra la firmó con heterónimos y pseudónimos. Yo creo que hay tantos poetas como personas. En mi caso hay mucho de vivido en mi obra porque creo que, incluso lo soñado ha de pasar por el tamiz de lo sentido para que pueda ser comunicado mejor a otros. Dios me libre de inventar cuando canto, como decía Antonio Machado. Creo que un texto, y más un poema, y si no está urdido con la piel de la pasión, de lo sentido, de lo interiorizado, nace muerto.
-Hablemos de la inspiración poética. Hay muchos poetas que afirman que en la gran mayoría de los casos el primer verso siempre es un regalo de los cielos, y después lo demás llega con trabajo. ¿Cómo te enfrentas personalmente al papel en blanco?
Normalmente le doy vueltas a una idea o a un concepto, y entonces llega un título o un verso, alrededor del cual suele girar toda la idea de un libro. No sé cómo lo harán los demás pero, en mi caso, suele aparecer antes el título del libro, y los primeros versos para darle encarnadura.
-¿Cuáles son los autores predilectos de Manuel Francisco Reina?
Muchos y de diverso ámbito: desde Juan Ramón Jiménez a Luis Rosales, de Rubén Darío a los Machado, de mi admirada y fundamental maestra Pilar Paz Pasamar a Antonio Hernández, de Francisca Aguirre a Juan Carlos Mestre, De Félix Grande a Javier Lostalé, de Pablo García Baena a Manuel Ríos Ruiz, pasando por John Donne, Shakespeare, Rimbaud, todos los Clásicos grecolatinos, los barrocos, con especial predilección por Góngora, los sonetos de Lope de vega, en fin, necesitaría varios tomos. Todo en lo que hay verdad y pasión, y hermosura, me interesa.
-¿Qué opinión te merece el panorama literario español actual?
Ya he hecho “amigos” por opinar al respecto desde la tribuna de los medios y en conferencias, y necesitaríamos un debate serio, cosa que en este país da mucho miedo o risa, según el caso. Yo creo que están haciendo cosas más interesantes y transegresoras los maestros que los más jóvenes, confundidos -en muchos casos interesadamente- por el ruido de los popes, la crítica -si esto existe- y las modas. Además, hay un panorama absolutamente sectarizado que sólo hace confundir y anquilosar más si cabe el panorama teórico y práctico de la poesía, aunque, afortunadamente, quedan creadores libres y lúcidos, en los márgenes de la literatura española.
-¿Crees que en el ámbito poético el autor lo tiene más difícil para publicar que en otros géneros que gozan de mejor salud, como la novela?
Quizá sí porque la edición de poesía es una aventura financiera que pocos encaran y, porque como decíamos antes, la sectarización del mundo de la poesía, que tiene más que ver con imbricaciones políticas y de poder que con la creación, lo ensucian y complican todo.
-Un poema que te ha marcado es…
Hay muchos que me acompañan y de muchos autores, pero tal vez uno muy importante para mi es ese ejercicio de sabiduría de Antonio Machado en el que dice:
"Sabe esperar, aguarda que la marea fluya
- así en la costa un barco - sin que al partir te inquiete.
Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte es un juguete.
Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa. "
- Después de tres años sin editar poesía, nace tu poemario Las Rosas de la Carne. ¿Qué esconde este título tan sugerente?
Un ejercicio de veneración por los símbolos y la tradición literaria, pero con la impudicia de hacerlos míos y darles otros sentidos, a veces primordiales o primeros, a veces personales, pero siempre desde el territorio de la emoción y de la pasión, del de hacer de la celebración, hasta de la muerte, un ejercicio de rebeldía, en el que la hermosura- entendido den el sentido griego de “esplendor de la verdad” como una categoría no sólo estética sino también ética- es la mejor manera de enfrentarse al mundo y lo feo, moralmente hablando también, que en él hay.
- ¿Qué va a encontrar el lector en “Las Rosas de la Carne”?
Emoción, reflexión, pasión, verdad, belleza revelada, juego, misterio...poesía.
- Y ya para finalizar, ¿podrías desvelarnos un enclave perfecto para disfrutar de tu último libro?
Cualquier lugar, si es ajardinado mejor, pero no es obligatorio, en el que uno encuentre unos minutos para perfumarse los dedos y los ojos de palabras.
Y como broche final, Manuel Francisco regala a los animalillos del Cuartito de Pensar uno de sus exquisitos poemas de su último libro Las Rosas de la carne, que no tiene desperdicio alguno. Os dejo con él.
Única Certeza
La única certeza de mi vida
es que mis días sean como rosas;
émulos de estas flores de verano
que arden en sí mismas como estíos.
Prender en el aire como una hoguera,
florecer desmesuras de alegría
aunque el daño mis pétalos lacere
con su hambriento gusano de amarguras.
Y una tarde morir, dando el perfume
de expirar celebrando la existencia
como un don del encanto y de la llama
de este barro sagrado hecho carne.
Deshojarme en silencio, suavemente,
como un pequeño sol en el espacio
que expande su corola luminosa
sin pena, sin rencor y sin tragedia.
© Una entrevista de Sandra Rubio, para El Cuartito de Pensar.
http://elcuartitodepensar.blogspot.com/2009/10/entrevista-manuel-francisco-reina.html