El Día de Córdoba, 3/2/2017
La poeta Concha García (La Rambla, 1956) presentó ayer en la Biblioteca Viva de Al-Ándalus su último poemario, Las proximidades (editorial Calambur), un libro con el que cierra la trilogía formada por Acontecimiento y El día anterior al momento de quererle.
¿Qué temas trata en este poemario?
El instante sigue siendo el mayor motor para la creación, por eso mis poemas se complementan con mis diarios.
Está muy ligada con la poesía latinoamericana. ¿Qué diferencia hay entre la que se hace allí y la de España?
La poesía latinoamericana tiene otros registros de la lengua porque la lengua es diferente en cada país, en cada situación. Por lo tanto, el vocabulario es diferente y, también, aunque nos rijamos por el mismo patrón, siento que la lengua en latinoamérica está menos constreñida, menos pendiente de la tradición, es como una explosión. Y en España sería más vigilante para no romper las normas.
Ha trabajado mucho con mujeres poetas. ¿Cree que es necesario dar más difusión a sus obras?
Difundir la poesía siempre es necesario desde cualquier ámbito, tanto desde los foros políticos como desde la prensa, porque hay hambre de poesía, aunque mucha gente ni siquiera sea consciente. Y el tema de las mujeres... claro que sí es necesario seguir promocionándolo pero creo que ya no en antologías sólo de mujeres, sino integradas en antologías totales. Pienso que la segregación no nos favorece.
Como gestora cultural, ¿cree que se está trabajando ahora en este sentido?
Gestora exactamente no, he organizado algunos actos poéticos. Ahora tengo un curso de poesía de mujeres del siglo XX y XXI que se titula Miradas en los entresijos, pero lo que hago es, de alguna forma, destacar por qué esas mujeres no fueron entendidas en su tiempo. Aunque hay algunas que recibieron el Nobel, como Gabriela Mistral, o fueron muy reconocidas, como Alejandra Pizarnik, pero sí que hay algo que recorre la literatura de mujeres que creo que todavía hay que exponer, porque ni muchísimo menos esto está igualado.
¿Va a seguir profundizando en esa línea?
Sí, de hecho hace poco ha salido un artículo mío en la revista de Filología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en el que hablo de mi experiencia como lectora y como escritora desde el punto de vista de la mujer. Siempre voy a seguir investigando en esta línea. No siempre subida, digamos metafóricamente, en ese tren, voy a ir cambiando de vagones, pero desde luego hay que conseguir que haya una igualdad.
¿Qué nivel ve en los nuevos poetas?
Es una trayectoria que tiene que ver con la edad. Seguramente no hubiera podido escribir Las proximidades con 30 años porque la poesía es paralela a la existencia. No soy amiga de inventarme edades que no tengo. Mi trayectoria está en un momento bueno porque estoy cerrando etapas pero a la vez se abren otras que quiero continuar complementándolas con mis diarios.
Véase también en http://www.eldiadecordoba.es/ocio/hambre-poesia-mucha-siquiera-consciente_0_1105689533.html
¿Qué encuentra el lector en este libro?
Va a encontrar, si es lector de poesía, que hay una proximidad entre él o ella y lo que el libro anota, hacia lo que apunta. No hay un guion narrativo, sino un ritmo donde van sucediendo acontecimientos, visiones, percepciones, donde el tiempo y el espacio son cambiantes, tal y como de alguna forma es nuestra mente y percepción de la existencia.
¿De dónde surge el poemario? ¿Va en la línea que ha mantenido hasta ahora?
-El poemario cierra una trilogía, porque mis poemarios son trilogías, que empezó con Acontecimiento, publicado en 2008; y siguió con El día anterior al momento de quererle, de 2013. ¿Qué diferencia hay entre los otros y éste? Digamos que en mi primera etapa mi poesía era más narrativa y había una conciencia de rescatar un sujeto poético de mujer de la tradición, de hacerlo visible fuera de ella. Ahora la diferencia es que la indagación es mucho más a través de la percepción y del cuerpo, pero ya sin esa marca tan rotunda de la búsqueda de la identificación con la mujer.
Va a encontrar, si es lector de poesía, que hay una proximidad entre él o ella y lo que el libro anota, hacia lo que apunta. No hay un guion narrativo, sino un ritmo donde van sucediendo acontecimientos, visiones, percepciones, donde el tiempo y el espacio son cambiantes, tal y como de alguna forma es nuestra mente y percepción de la existencia.
¿De dónde surge el poemario? ¿Va en la línea que ha mantenido hasta ahora?
-El poemario cierra una trilogía, porque mis poemarios son trilogías, que empezó con Acontecimiento, publicado en 2008; y siguió con El día anterior al momento de quererle, de 2013. ¿Qué diferencia hay entre los otros y éste? Digamos que en mi primera etapa mi poesía era más narrativa y había una conciencia de rescatar un sujeto poético de mujer de la tradición, de hacerlo visible fuera de ella. Ahora la diferencia es que la indagación es mucho más a través de la percepción y del cuerpo, pero ya sin esa marca tan rotunda de la búsqueda de la identificación con la mujer.
¿Qué temas trata en este poemario?
Eso es difícil porque los poemas suelen tratar siempre del tiempo, del amor, desamor... En este caso los temas no están registrados por el tamiz de la melancolía ni del deseo ni de la narratividad ni del narcisismo, sino que la pretensión es que el lector comprenda que lo que se está diciendo en el poema también le afecta. Y los temas en la vida que nos afectan son todos; desde el miedo a morir hasta la sorpresa por estar paseando y ver como brota una flor.
La vida diaria sigue sirviéndole entonces de fuente de inspiración a la hora de crear.
La vida diaria sigue sirviéndole entonces de fuente de inspiración a la hora de crear.
El instante sigue siendo el mayor motor para la creación, por eso mis poemas se complementan con mis diarios.
Está muy ligada con la poesía latinoamericana. ¿Qué diferencia hay entre la que se hace allí y la de España?
La poesía latinoamericana tiene otros registros de la lengua porque la lengua es diferente en cada país, en cada situación. Por lo tanto, el vocabulario es diferente y, también, aunque nos rijamos por el mismo patrón, siento que la lengua en latinoamérica está menos constreñida, menos pendiente de la tradición, es como una explosión. Y en España sería más vigilante para no romper las normas.
Ha trabajado mucho con mujeres poetas. ¿Cree que es necesario dar más difusión a sus obras?
Difundir la poesía siempre es necesario desde cualquier ámbito, tanto desde los foros políticos como desde la prensa, porque hay hambre de poesía, aunque mucha gente ni siquiera sea consciente. Y el tema de las mujeres... claro que sí es necesario seguir promocionándolo pero creo que ya no en antologías sólo de mujeres, sino integradas en antologías totales. Pienso que la segregación no nos favorece.
Como gestora cultural, ¿cree que se está trabajando ahora en este sentido?
Gestora exactamente no, he organizado algunos actos poéticos. Ahora tengo un curso de poesía de mujeres del siglo XX y XXI que se titula Miradas en los entresijos, pero lo que hago es, de alguna forma, destacar por qué esas mujeres no fueron entendidas en su tiempo. Aunque hay algunas que recibieron el Nobel, como Gabriela Mistral, o fueron muy reconocidas, como Alejandra Pizarnik, pero sí que hay algo que recorre la literatura de mujeres que creo que todavía hay que exponer, porque ni muchísimo menos esto está igualado.
¿Va a seguir profundizando en esa línea?
Sí, de hecho hace poco ha salido un artículo mío en la revista de Filología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en el que hablo de mi experiencia como lectora y como escritora desde el punto de vista de la mujer. Siempre voy a seguir investigando en esta línea. No siempre subida, digamos metafóricamente, en ese tren, voy a ir cambiando de vagones, pero desde luego hay que conseguir que haya una igualdad.
¿Qué nivel ve en los nuevos poetas?
Eso es muy difícil, muy amplio. La característica principal es que hay muchos temas, muchos puntos de vista, pero sí echo en falta mayor trabajo con el lenguaje. Pero no conozco toda la poesía que se hace ahora. Sí me alegro mucho de que se produzca tanta poesía.
¿En qué momento se encuentra su trayectoria?
¿En qué momento se encuentra su trayectoria?
Es una trayectoria que tiene que ver con la edad. Seguramente no hubiera podido escribir Las proximidades con 30 años porque la poesía es paralela a la existencia. No soy amiga de inventarme edades que no tengo. Mi trayectoria está en un momento bueno porque estoy cerrando etapas pero a la vez se abren otras que quiero continuar complementándolas con mis diarios.
Véase también en http://www.eldiadecordoba.es/ocio/hambre-poesia-mucha-siquiera-consciente_0_1105689533.html