lunes, 24 de enero de 2011

Reseña de Los bosques de la mirada (Poesía 1984-2009), de Basilio Sánchez, en el diario Hoy


Diario Hoy, 23 de enero de 2011


La poesía subversiva de Basilio sánchez


Por Irene Sánchez Carrión


El martes pasado, como ya anunciaba Álvaro Valverde en su blog, no fue un día cualquiera para los lectores de poesía. Por la tarde se presentaba en la biblioteca pública de Cáceres la poesía reunida de Basilio Sánchez, todo un acontecimiento editorial que pone a nuestro alcance, en un solo volumen de algo menos de quinientas páginas, la producción del poeta cacereño entre los años 1984 y 2009. Los lectores que hemos tratado de localizar, a veces con dificultad, las ediciones de sus libros a lo largo de estos 25 años celebramos como una gran noticia la recopilación de una obra de una calidad incuestionable.

Tan solo lamento que el autor, por razones de estricto carácter personal, haya decidido no rescatar su primer libro, A este lado del alba, que fue merecedor de un accésit del premio Adonáis en 1983. En su decisión han pesado motivos estéticos. Explicaba el poeta en la presentación que en esa primera obra todavía no había encontrado su voz personal y que por ello no se reconocía en aquellos textos. Ciertamente se trata de un poemario de juventud distinto al resto, pero lo considero de mucho interés puesto que ya contiene algunas de las claves de su producción posterior.
De las múltiples voces que habitan al ser humano y de los múltiples registros que un autor puede utilizar para dirigirse a sus lectores, Basilio Sánchez ha elegido uno de los más elegantes y a la vez más cercanos. Como explicaba Álvaro Valverde en la presentación del acto, estamos ante la voz de la confidencia, deudora de la mejor tradición española y europea, desde Manrique a Cernuda. Se trata de una voz que produce en el lector el efecto de estar compartiendo el hilo de los pensamientos del que escribe, sin imposturas, sin fuegos de artificio y sin estridencias.
Es la poesía de Basilio Sánchez un goce para la vista y para el pensamiento. El título de esta recopilación, Los bosques de la mirada, refleja con gran acierto la doble vertiente de la obra del poeta, la del entramado del pensamiento y la de la contemplación del mundo que nos rodea. Porque no busca su mirada mundos exóticos o alejados, ya que espacio y tiempo son variables que poco afectan a quien tiene la capacidad de observar atentamente y de reflexionar con inteligencia. Esta falta de referencia temporal y espacial ha facilitado la recepción de los textos y ha convocado a lectores de distintas generaciones y de gustos diversos en torno a unos versos construidos para ser habitados.
Quien decida adentrarse en Los bosques de la mirada pronto aceptará el código metafórico que le plantea el autor. En la introducción del libro el profesor Miguel Ángel Lama explica la utilización de una red de elementos simbólicos de la cual podríamos situar la casa como representación de la propia escritura. Se trata de una visión del quehacer poético como un lugar donde ponerse a salvo del dolor que irremediablemente trae la vida. En este sentido, la obra de Basilio Sánchez rezuma humanismo, entendido como la presentación de un ser humano formado que intenta vivir en armonía con el espacio que habita, ya sea rural o urbano, y que no persigue la exhibición de sus experiencias en el poema, como sí sucede en otras corrientes estéticas de la misma época. De esta manera, tenemos la sensación de que el hombre, la naturaleza y los objetos conviven de forma equilibrada y comparten protagonismo en cada texto.
Por todo lo dicho, considero que, para los que habitamos el primer mundo en estos inicios del siglo XXI, pocas lecturas pueden resultar tan subversivas como la poesía de Basilio Sánchez. ¿O acaso no es subversivo alguien que nos invita a pararnos a contemplar el oro de las flores, las raíces del agua o la sorpresa de la luz sobre las cosas? La voz del poeta nos lleva por las estribaciones de una tarde cualquiera y consigue que nos estremezca el roce de los párpados o el balbuceo lento de la lluvia. Sin duda, en los tiempos que vivimos, alguien que propone la lentitud o la machadiana ligereza de equipaje frente a la vorágine y el exceso de todo consigue que nos cuestionemos la realidad en la que estamos inmersos.
Precisamente por el hecho de plantear esta otra manera de estar en el mundo, que implica un fuerte compromiso ético, la poesía de Basilio Sánchez se inscribe en la línea intelectual más posmoderna de desconfianza en el supuesto progreso de la modernidad y de nostalgia del tiempo en que el hombre vivía en comunión con la naturaleza. De ahí que en sus versos asome muchas veces el rostro de alguien solitario, con el que es fácil identificarse, que recorre asombrado los espacios naturales o que, de pronto, aparece extraviado en una calle de una ciudad cualquiera y asume la incertidumbre como método de conocimiento.
Si entendemos que algo es subversivo cuando cuestiona nuestro modo de vida o nuestras convicciones, la poesía de Basilio Sánchez puede calificarse como tal. Sumérjanse en cualquiera de los montones de exceso de nuestro primer mundo en crisis y escuchen el ruido ensordecedor que nos rodea; después prueben a observar detenidamente el agua, una rama, un pétalo, o acérquense a Los bosques de la mirada, que casi es lo mismo. Comprenderán el carácter rebelde de estos pequeños gestos.

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