miércoles, 31 de octubre de 2012

Lectura: Juan Carlos Mestre en el festival Fractal Poesía de Albacete

Recital de Juan Carlos Mestre en el festival Fractal Poesía, Albacete

Sábado, 3 de noviembre de 2012, 20:00 horas

Museo Provincial de Albacete
Parque Abelardo Sánchez, s/n, 02003 Albacete

Fractal Poesía de Albacete es un festival de poesía que intenta aunar diversas disciplinas artísticas en relación con la poesía, pero siempre con el recital al uso y la poesía como eje central. Así, desde este festival se ofrecen exposiciones de fotopoesía en la que participan poetas y fotógrafos de toda España, exposiciones de escultura, un concurso de videopoemas, exposiciones de libros objeto, actuaciones musicales y recitales poéticos, dentro de los que está, con letras mayúsculas, Juan Carlos Mestre en esta segunda edición del festival.

 
http://www.fractalpoesia.com/

http://www.fractalpoesia.com/sabado

martes, 30 de octubre de 2012

Novedad: De Re Typographica. Nueve estudios en homenaje a Jaime Moll

De Re Typographica. Nueve estudios en homenaje a Jaime Moll
Víctor Infantes y Julián Martín Abad (eds.)
Biblioteca Litterae, 27. 196 p.
ISBN: 978-84-8359-240-3
PVP: 20,00 €

Los textos de Jaime Moll son fruto de un trabajo de investigación siempre disfrutado. En cada artículo, examina meticulosamente tipos de imprenta y grabados, comparando milimétricamente los ejemplares de la misma edición y de ediciones que parecen (o que han pasado por ser) las mismas, husmea en los protocolos notariales si es el caso, y recompone las historias puntuales de los antiguos talleres de imprenta situándolos en su exacta geografía. Su aportación a la sociología editorial de los siglos XVII y XVIII es realmente modélica. Como lo son igualmente otras dos importantes aportaciones suyas: la adecuada valoración de la industria editorial española durante los siglos XVI y XVII, enmarcada en la del Occidente europeo, y la aproximación al conocimiento y singularización de los tipos de imprenta españoles del siglo XVIII.
Su método de trabajo, el regalo de su obra y su generosidad de la que todos somos testigos, le hacen merecedor de nuestro reconocimiento amistoso en forma de libro: ¿en qué otra forma mejor?

lunes, 29 de octubre de 2012

Novedad: El libro en circulación en el mundo moderno en España y Latinoamérica

El libro en circulación en el mundo moderno en España y Latinoamérica
Pedro Rueda (dir.)
Biblioteca Litterae, 26. 170 p.
ISBN: 978-84-8359-232-8
PVP: 20 €


Esta obra contiene estudios sobre la circulación de los libros entre los siglos XVI y XVIII, centrados en el viaje atlántico entre España y América, que se constituyó como un eje vertebrador de los intercambios culturales en el mundo moderno. Estos trabajos se ocupan de aspectos clave del tráfico de los libros producidos en las prensas europeas, con especial atención al papel de los libreros, a la oferta de las librerías y a las estrategias de mercaderes de libros y lectores con el fin de conseguir nuevos textos. También se analizan los agentes de la Corona que intervienen en el control del libro: autoridades reales e inquisidores.

El proceso de globalización cultural se inició en el mundo moderno con el tráfico internacional de impresos, que abrió rutas y mercados para los saberes difundidos por las imprentas europeas. En esta obra, se ofrece una panorámica de esta situación en la ciudad de Sevilla, verdadero corazón del abastecimiento del continente americano, así como un análisis de las rutas, de los agentes y de la oferta de libros, lo que se ejemplifica con el caso de la red de negocio de unos libreros sevillanos y una tienda de libros de la ciudad de México.

En los navíos que atravesaron el Atlántico, viajaron textos protagonistas de una aventura intelectual sin precedentes, con miles de obras destinadas a surtir las librerías y las bibliotecas de todo un continente. Otro de los trabajos estudia el abastecimiento de Caracas, una ciudad sin imprenta, a la que llegan libros a través de varios canales, interesante muestra del suministro de las áreas alejadas de los centros de producción y consumo de Perú y México. De este modo, mientras recorremos los centros productores y distribuidores es posible acompañar los pasos de los libros en busca de los lectores.



viernes, 26 de octubre de 2012

Reseña: 28010, de Marta Agudo, en Tendencias 21

Código desconocido: 28010, de Marta Agudo
Del lugar al tiempo a través de fonética, sintaxis, geografía y secuencia
Juan Soros
Tendencias 21, 19/10/2012


El pasado año, vio la luz el poemario 28010, de la poeta madrileña Marta Agudo. El título de este libro recupera la función esencial que tiene un título, al ser “umbral” del texto y, al mismo tiempo, organizar toda la lectura del mismo. A partir del número, se articula un lenguaje incardinado en el cuerpo, en la casa, en el lugar y en el otro, y que vuelve extraordinario lo cotidiano. Por Juan Soros.


Marta Agudo, sin duda, no se prodiga en verso. Parece saber que el mismo efecto frustrante de la brevedad de una obra única en el actual panorama español invita a la lectura demorada, insistente, refractaria al consumo rápido y superficial.

También refractaria a la totalización. Su primer título convierte uno de los estandartes del romanticismo, heredados por la modernidad, el fragmento, en título (Celya, 2004). Así podríamos decir que la bibliografía de Marta Agudo se compone de un poemario y un fragmento y aún así se resiste a la convención. Además, sin aspavientos.

Antes o después reconocemos en 28010 (Calambur, 2011) un código postal. ¿Es rebelde, rompedor o vanguardista poner un número como título? Quizás, pasada la vanguardia, estos son conceptos críticos peligrosos, resbalosos.

Ciertamente rompe con la lógica sintáctica del poemario lírico al uso entre los libros de poesía que se publican actualmente pero no hace alarde. No se manifiesta en contra de usos más banales.

Simplemente extrema la coherencia del libro con su título. En ese sentido es antipoético, en la tradición que significa la ruptura de Nicanor Parra con los códigos poéticos, y al mismo tiempo sólo parece comparable en originalidad y riqueza semántica con el híbrido título y autor ZURITA.

Recupera la función esencial que tiene un título, como diría Genette, al ser “umbral” del texto y, al mismo tiempo, organizar toda la lectura del mismo. Puede parecer que esta lectura se detiene en el título. De alguna manera es así, los asedios comienzan por el exterior, el interior de la poesía pertenece a otro nivel de lectura, que elude la “reseña”, el despiece o la reducción.

28010 es una cifra que denota un área territorial no definida por costumbre (el barrio y sus límites difusos y emocionales) ni por legislación (el distrito y sus límites fijos y funcionales). Por la cifra 28 reconocemos la ciudad en España: Madrid, pero no sabemos dónde comienza o acaba el 28010.

No sabemos a qué barrio corresponde o distrito corresponde. Es un código abstracto. Sólo conocido por quienes lo usan, por quienes lo tienen adherido a su domicilio, su dirección, su identidad. Cuando se envía una carta la firma no está completa con el nombre, la identificación se refiere a un lugar concreto, con un código determinado aunque abstracto. Un “código desconocido” por recordar el título de la película de Michael Haneke que representa el desencuentro de una serie de personajes situados en París, más o menos francófonos, más o menos migrantes, todos desarraigados, que se cruzan por calles tópicas del cine francés que no llegamos a identificar y donde los personajes no se pueden comunicar. No hay diálogo, no tienen un código común.

Algo similar pero no en coro sino desde una voz fragmentaria aparece en los poemas de 28010. El primer poema del libro comienza “Me llamo Marta. Me llaman Marta.” Donde la afirmación del yo de la primera frase queda desestabilizada inmediatamente por la segunda.

La instalación autoral/autoritaria de posicionamiento sobre el eje del yo queda abatida por la segunda frase que desmonta todas las seguridades de la enunciación. En adelante el leit motiv de “Me llamo Marta” ritmará la prosodia mientras los fragmentos se articulan en cuatro grupos de poemas: fonética, sintaxis, geografía y secuencia.

Así, llegar a decir el nombre nos lleva al lenguaje y al lugar de la enunciación pero también al cuerpo que enuncia y a la ficción que todo esto representa. Ficción que a veces se cuela a través de lo más cotidiano, como cuando en el epígrafe inicial un texto que menciona los títulos de las dos primeras secciones se interrumpe casi cinematográficamente con “Suena un timbre.”

Este juego de contraste nos ayuda a no acomodarnos en el registro lírico, la realidad del domicilio se cuela en él. Al mismo tiempo, lo desmonta y lo hace legible otra vez, le quita el polvo de la retórica de “lo lírico”. En fonétic no parece que la voz aprende a hablar sino que recupera el habla, que vuelve a decir cada vocal, la mastica, la hace suya: “Deletreo a fin de recomenzarme: eme, a, erre, te, a; y todo sigue igual: obediente, naufragando…”.

Vuelve a reconocer el lenguaje y lo cotidiano se vuelve extraordinario, el trabajo del cartero, el nombre en el buzón. El código se ha perdido pero no se trata de recuperarlo como antes: “Cogí la «o» y desollé su sentido. Dadme mis letras para recomenzar.”

Si fonética recuerda a la célebre cita de Mallarmé de “dar un sentido nuevo a las palabras de la tribu”, el cuestionamiento que Agudo plantea de la sintaxis, en la sección homónima, nos recuerda que la burguesía lo tolera todo menos que le alteren la sintaxis, como decía Barthes.

Después de desollar las palabras letra a letra para volverlas a decir ahora toca “coordinar y unir las palabras para formar oraciones y expresar conceptos.” según el DRAE. Dejar de balbucir:

“No condenaré, pero tendré que hablar, y tras la voz y mis gestos el juicio ajeno. […] Te aíslas o cedes, te retraes y letras que te defienden. No hay tensión más continua que los otros.” La sintaxis empuja hacia el otro, las palabras se pueden decir en el vacío, las vocales desnudar de sentido, desollar; en cambio la “sintaxis de los prodigios” provoca el enfrentamiento con lo real, el esfuerzo, incluso doloroso, incluso alterado, de intentar establecer un código común: “Milagro o astucia, ignoro las reglas y voy dando tumbos hasta casa.” Es en el código donde yace el espejo de la identidad, recordamos, “Me llaman Marta”.

Las reglas, la gramática, el código establecido, al mismo tiempo desequilibrado pero necesario para tener un sentido de comunidad y la casa como lugar y referente: “Por el listín telefónico. Nombre, calle, número. […] Asumo pues lo obvio: a más información, mayor el desconcierto.” El cuerpo como cárcel y “La sintaxis del ausente, sus días incrustados. Fascismo de todo tiempo y lugar.”

En geografía el territorio entra como otra parte del lenguaje, salir a la calle, aunque sea a “La geografía del ausente”. Sin embargo, “Aquí en mis calles, la angustia se atenúa: veintiocho cero diez.” El código abstracto escrito con palabras pierde agresividad, parece más hablado que icono.

Por fin la voz reconstruye un código y se apropia del espacio. Habita. Pero esto no soluciona nada, no hay un final. La sección final, secuencia, domina el lenguaje pero sabe que no es suficiente: “Pronuncio mi nombre: fonética, sintaxis, geografía, pero todo se altera. Arruga incipiente que no dejas de nombrar…”

No hay final porque no hay solución, no hay respuestas. Hay preguntas: “Y si la verdadera patria del hombre es el idioma: las pausas, las curvas, sus ritmos formales, habré de callarme para comenzar, frotarme las manos hasta que desaparezcan las huellas dactilares y en la explanada abierta de la palma poder sembrar carteles, opúsculos, las cadencias de mi sintaxis o la precocidad de un niño, consciente de ser niño, que muestra sus venas rotundas hacia el aire.”

En este fragmento está el lenguaje incardinado en el cuerpo, reverberación del aire, en la casa, en el lugar y en el otro. Esta secuencia nos lleva del espacio, del 28010, al tiempo. Aunque en el comienzo la voz diga “De ser cierto que el tiempo no existe, sólo queda saberme en el espacio. Aquí. Con mis cinco letras inscritas en cada una de mis neuronas […]” el tiempo está presente, también en el cuerpo, por lo que estos poemas se leen también como un diario, la bitácora de una lucha.

Una lucha no concluida en busca de la palabra, en busca de un código. Marta Agudo reorganiza los códigos poéticos, semánticos y sintácticos para ubicarse en un lugar inestable, en los límites del lenguaje, en un lugar del espacio y del habla que no tiene nombre y que sólo existe en 28010.


miércoles, 24 de octubre de 2012

Lectura: Juan Carlos Mestre, Ateneo Cultural 1º de Mayo


JUAN CARLOS MESTRE en el ATENEO CULTURAL 1º DE MAYO

Tertulia de Autor con el poeta Juan Carlos Mestre.

Con la presencia del autor.
Presentado por Agustín Sánchez Antequera.

Jueves, 25 de octubre de 2012, 19:30 h.

Ateneo Cultural 1º de Mayo, sala 2.1.
Calle Lope de Vega, 38, 28014 Madrid

Entrada gratuita

Presentación: De Re Typographica. Nueve estudios en homenaje a Jaime Moll


Presentación del libro De Re Typographica. Nueve estudios en homenaje a Jaime Moll
Madrid: Calambur, 2012 (Biblioteca Litterae, 27)

Jueves, 25 de octubre de 2012, 19:30 h.

Biblioteca Histórica "Marqués de Valdecilla"
Salón de Actos
Calle Noviciado, 3, 28015 Madrid

Participarán:
Dª. Marta Torres Santo Domingo. Directora de la Biblioteca Histórica "Marqués de Valdecilla"
D. Julián Martín Abad. Biblioteca Nacional de España
D. Víctor Infantes. Facultad de Filología (UCM)
Dª. Amaranta Saguar García y D. Guillermo Gómez Sánchez-Ferrer. Facultad de Filología (UCM) El pasado ajeno. Estudios en honor y recuerdo de Jaime Moll



De Re Typographica. Nueve estudios en homenaje a Jaime Moll
Biblioteca Litterae, 27. 196 pp.

ISBN: 978-84-8359-240-3
PVP: 20€

jueves, 18 de octubre de 2012

Reseña: Sesenta y cuatro caballos, de Antonio Pereira, en El Cultural


Todos los cuentos
Ricardo Senabre
El Cultural, 21/09/2012

El fallecimiento de Antonio Pereira (Villafranca del Bierzo, 1923-León, 2009) ha producido, como adecuada compensación, dos ediciones recopilatorias de la obra breve del escritor, de características y tonelaje diferentes. La primera, aparecida hace unos meses y titulada Sesenta y cuatro caballos, lleva un prólogo de Juan Carlos Mestre y es una antología con más de sesenta textos, de los que algo más de la mitad son poemas y el resto cuentos muy representativos, lo que es un acierto, porque la poesía de Pereira -y lo mismo podría afirmarse de sus tres novelas largas- se ha difundido menos que sus relatos breves, con los que guarda, sin embargo, una estrecha afinidad, como podrá comprobar cualquier lector que recorra atentamente este conjunto de piezas, seleccionadas con perspicacia, que constituyen un magnífico auxiliar para adentrarse en la literatura del autor berciano, cuya influencia se percibe en una parte considerable de los mejores cultivadores actuales del relato breve, y no sólo, como suele afirmarse con precipitación, en escritores del llamado “grupo leonés”, como Juan Pedro Aparicio, Llamazares, Luis Mateo Díez o José María Merino.