Poema inédito: Antes de llegar, de Julio Mas Alcaraz
El Cultural, 22-28 de junio de 2012
[ANTES DE LLEGAR....]
Antes
de llegar al río debo cruzar la caverna. Concebimos esa caverna como el
lugar donde las sombras producen los cuerpos. Es un espacio necesario,
un paso entre dos sueños, pero no sabemos por qué. A la salida, la
anciana vigila que sólo seamos mujeres quienes llegamos allí. Ella me
entrega una pulsera hecha con las colas de varias serpientes de
cascabel. No habla. Ella tampoco habla. Tiene miedo Ofrece el silencio
como libertad, el derecho del silencio a ser escuchado. y la
majestuosidad de las escaleras viejas de los puertos, la elegancia de
los escalones entrando en el agua; el deseo jamás realizado de bajarlas
hasta el final. Las niñas, en la ribera de aquel río, juegan con los
muñecos que han construido con los huesos de otras niñas muertas. Mira a
las niñas, asustada. No sabe. ¿Aquellas que ya no tenían qué comer?
Sólo las mujeres podemos acceder aquí y sólo nosotras podemos tratar de
observar lo que llamamos un párpado de río. En lo más profunda de la
selva, ante lo que algunos llamarían un sencillo meandro, se produce un
hecho extraño, una singularidad. Si la canoa navega despacio, muy
despacio, es posible ver como un banco de arena se abre y alza a nuestro
paso, igual que se abre un párpado, y en su interior... No puedo saber
todavía qué hay en su interior. Es posible que nunca lo supiera, porque
no todas pueden verlo, pero ella ha amamantado a criaturas que no eran
suyas. Y cuando lo sepa no podré decirlo porque las niñas, esas niñas
Aunque cualquier mujer puede venir a esta selva, atravesar la caverna,
recoger la pulsera de la anciana (me gusta que me llame anciana) y
adentrarse en el río. Sólo es necesario un silencio que permita escuchar
el ruido de las lágrimas al salir de los ojos. El silencio realmente
necesario es el de las lágrimas segregándose antes de salir de los ojos.
El Cultural
No hay comentarios:
Publicar un comentario