José Antonio Zambrano asegura que no pasó nervios durante la pasada ceremonia de entrega de los Premios Extremadura a la Creación, uno de los cuales ha recaído este año sobre su libro 'Apócrifos de marzo'. No pasó nervios porque sólo suele inquietarse cuando le toca hablar en público y allí, en el escenario del Teatro López de Ayala, hasta consiguió abstraerse de la situación. «A mí se me disculpan mucho mis distracciones» explica con agradecimiento el poeta, que desempolvó para la ocasión el traje y corbata habituales que usa para estas ocasiones y suele extraer cada vez con preocupación del armario por si se le ha quedado pequeño.
José Antonio Zambrano ha dicho que su trabajo de poeta ha ido siempre encaminado a la búsqueda de las palabras exactas para el verso y esa esencialidad de su escritura es subrayada por quienes comentan su poesía. Con el paso del tiempo, el poeta ha llegado a un verso desembarazado de toda hojarasca en el que recoge la quintaesencia de las palabras ensayadas para expresar su pensamiento y no le pesa siquiera que hasta ahora su obra no hubiese recibido grandes reconocimientos. «¿Qué el premio debió llegar antes? No lo sé, la verdad», contesta.
En los resúmenes que daban cuenta de las razones del premio se hablaba de su primera época poética, a la que se calificaba de neopopulista, hasta su poesía actual. José Antonio Zambrano no rechaza la calificación y traza un somero resumen de la evolución de su escritura, que le ha llevado a la búsqueda contumaz de la palabra exacta para el poema.
«Yo empecé con canciones recogidas en poemarios solitarios -explica-. Me refiero al primer libro que publicó Universitas que es 'Canciones y otros recuerdos', donde se viene hablando de neopopulismo. Posteriormente aparecen 'Sonetos' y luego' El libro de las murmuraciones', que es donde se inicia el cambio. Lo que ocurre es que yo luego publico en la editorial Alcazaba 'Poemas de la espera y el canto' y vuelvo a las canciones blancas por esa época. Volver a las canciones de nuevo, después de publicar 'El libro de las murmuraciones', parecía una vuelta atrás aunque para mí no lo era, porque era una situación producida por una emoción extraordinaria (el nacimiento de su hijo) y volví a las canciones, que era el formato más adecuado para lo que yo pretendía decir. Posteriormente hay una serie de libros ya muy citados y el cambio va sucediendo por motivaciones concretas, por lecturas, por profundizar en la poesía del conocimiento y en Valente, Claudio Rodríguez, Ángel González. Ángel González fue un elemento providencial para mí, para hacer desaparecer toda esa hojarasca y retoricismo que conllevan 'las murmuraciones'. Todo eso tiende a desaparecer».
A partir de ahí comienza el mano a mano implacable con las palabras para este escritor que se define como «extraordinariamente meticuloso con el verso» y que se angustia, escribe muchas veces, corrige y busca el término exacto que no podría ser sustituido por otro.
«Todo eso que acabas de decir es cierto. Es un trabajo ímprobo. Yo soy extraordinariamente meticuloso con el verso, que pide una palabra concreta, no sinónimos ni nada parecido, sino su palabra. Y eso conlleva reescribir de forma sistemática».
José Antonio Zambrano reconoce que medita mucho antes de ponerse a escribir y explica que eso no tiene nada que ver con una actitud religiosa, sino que es más bien una forma de vivir la vida.
Los 'Apócrifos' de marzo han sido publicados Calambur, editorial que sacó en primer lugar su libro 'Después de la noche' , seguido luego de 'Treinta minutos de libertad'. Se trata pues del tercer libro con Calambur lo que hace de Zambrano «un hombre de la casa» que se siente muy contento «porque el tratamiento editorial es magnífico».
Las habitualmente poco abultadas cifras de venta de la poesía evitan a los autores el estrés de estar pendientes de unos resultados sobre los que se incide más cuando se trata de otros géneros literarios. Eso le viene muy bien a un Zambrano que se inclina a evaluar más bien el tratamiento con que un libro sale al mercado que sus ventas.
«Nosotros estamos exentos de ese tipo de asuntos -explica-. Aunque firmas un contrato no me preocupo en absoluto. ¿Qué derechos de autor se pueden obtener de una edición de poquísimos ejemplares? Me preocupa que la edición me guste y que merezca la pena desde el punto de vista técnico. Que se mime el tratamiento del verso. Y ellos lo hacen».
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