martes, 28 de junio de 2011

Entrevista con X. L. Méndez Ferrín sobre la edición bilingüe de su Poesía fundamental

La Opinión de A Coruña y El Faro de Vigo, 28 de junio de 2011
Xosé Luís Méndez Ferrín: "Me gusta soñar que escribí algún poema de Gamoneda"
"Al no necesitar escribir para vivir, siempre me permití ser 'amateur', estar fuera del sistema", dice el autor, del que ahora se publican sus poemas en versión bilingüe gallego-castellano

La editorial Calambur traduce al castellano poemarios del presidente de la Academia Galega
Se dio a conocer como poeta en 1957 con Voce na néboa, al que siguieron Antoloxía Popular, Sirventés pola destrucción de Occitania, Con pólvora e magnolias, Poesía enteira de Heriberto Bens, O fin dun canto, Erótica, Estirpe y, en 2005, Contra Maquieiro (2005). La editorial Calambur reúne ahora, en edición bilingüe, en Poesía fundamental (1976-2005), la obra decisiva de Méndez Ferrín, traducida al castellano por Eloísa Otero y Manuel Outeiriño y prologada por Antonio Gamoneda.

MAR MATO | VIGO La musa de la vanguardia rusa Lilya Brik se suicidó en 1978, dos años después de la primera edición de Con pólvora e magnolias. Su imagen de perfil con una pañoleta en la cabeza gritando en 1924 ha dado la vuelta al mundo. Primero, gracias al cartel del constructivista Rodchenko; posteriormente, reinventada en una de las portadas del grupo Franz Ferdinand. La última versión se ofrece en la portada del libro, edición bilingüe gallego-castellano, X.L. Méndez Ferrín. Poesía fundamental. 1976-2005 (Calambur). En ella, el Photoshop ha hecho que Lilya Brik grite FERRÍN, así, con mayúsculas.

"Hacía ya algún tiempo —explica Ferrín— que la editorial Calambur tenía la idea de este libro y yo acepté la propuesta con mucho gusto. Xosé Manuel Outeiriño y Eloísa Otero, además de Antonio Gamoneda, estuvieron también muy activos en esa idea".

P-En cuanto a la selección de las obras incluidas en esta recopilación en castellano y gallego, ¿echa de menos alguna?
R-Yo los dejé en paz a ese respecto; no quise hacer una edición completa de mis poesías porque pienso que aún no están completas y espero que tarden mucho tiempo en estarlo.

P-En una pequeña introducción de la editorial, lo tratan de 'escritor de culto'. ¿Son palabras que provocan rubor o le expanden el alma?
R-Ninguna de las dos cosas. Escritor de culto es uno que tiene algunos seguidores que son especialmente fieles. Pero creo que en esto existe el politeísmo. Yo le rindo culto a muchos autores. En todo caso, a mí me alegra que haya algunos lectores que me sigan.

P-Gamoneda rememora cómo lo conoció a usted a través del poema Roi Xordo cuando lo leyó en gallego, sintiendo un 'impulso pasional'. ¿Cree que ese es un poder de todas las lenguas o en especial del gallego?
R-No creo que nuestro idioma (la entrevista con Ferrín fue realizada en gallego y el autor exige que se aclare) tenga un algo especial. Gamoneda es un leonés; por lo tanto, siente al igual que José María Merino o la propia Eloísa Otero su proximidad más a Galicia que a Castilla. Es lo que Mateo Díaz llama cultura del noroeste, lo de poder escribir en castellano 'tojo' es para ellos muy importante. Nadie en la Meseta sabe lo que es un tojo. Esa llamada a lo ancestral que tienen los leoneses hizo que Gamoneda se fijase en la poesía gallega del siglo XX.
P-¿Cómo empezaron a tener contacto con él? Usted incluso ha llegado a llamarlo 'irmán'.
R-A mí, me gusta tanto lo que hace que, a veces, me daría gusto soñar que yo escribí algún poema de Gamoneda. Hay una cierta simpatía mutua. Nos conocemos desde la revista Claraboya de los años sesenta en León.

P-Se cumplen 35 años de Con pólvora e magnolias, poemario que abre el libro de Calambur. ¿Puede echar la vista atrás?
R-Lo recuerdo perfectamente. Era el año 1976. No conseguí ningún editor; fue rechazado por todos. Tenía un diseño de Luís Mariño, lo edité y lo distribuí con él; era una edición de autor. No tuvo ninguna repercusión mediática; no hubo críticas; sin embargo, se agotaron rápidamente dos o tres ediciones. Ese fue el fenómeno. Tuvo más repercusión de la que yo podía pensar.

P-Leyéndolos ahora, ¿cambiaría algo, cargaría más tinta?
R-Hay que resistirse. Yo soy de los que no reescribo nada. Lo que está escrito, debe permanecer tal cual se escribió.

P-En el poema Irlanda cantaba a un Derry libre (ceibe). Días atrás, se registraron disturbios en Belfast.
R-El proceso de paz es muy lento y en Irlanda no fue una rendición de las fuerzas independentistas y republicanas. Fue un alto el fuego para seguir discutiendo condiciones de incorporar Irlanda del Norte a la República. Las voces que quieren romper el proceso son, principalmente, las unionistas, los ingleses. Les molesta la paz. Pasa parecido en muchos lugares.

P-En España...
R-Es distinto.

P-¿Piensa que hay que dar tanta importancia a la retirada de la imagen del Rey en el consistorio de Donosti?
R-Desde luego no me produce ninguna molestia; todo lo contrario.

P-El poema Contra Maquilero arremete contra la usura del siglo pasado pero parece que hoy sigue vigente.
R-En estos momentos, la locura es la banca, producto de la usura. Con la crisis, están intentando una reaparición del esclavismo, aparentemente.

P-En las últimas semanas, algunas voces reclamaron a la Academia que preside mayor presencia femenina, ¿Comparte esa exigencia?
R-No tengo comentarios.

P-Última cuestión, ¿sientió dolor existencial alguna vez por no parir literatura?
R-No, al contrario. Al no necesitar escribir para vivir, siempre me permití una situación de amateur, de persona que está fuera del sistema. Eso fue cuando era joven y ahora mucho más. Nunca escribí mucho y ahora, de mayor, quizás sí tenga un poco más deprisa porque siento que se me acaba el tiempo. Tal vez escriba más ahora pero de manera privada, no tengo prisa alguna en publicar.


lunes, 27 de junio de 2011

Reseñas de Poesía fundamental 1976-2005, de X. L. Méndez Ferrín, en EL PAÍS


Babelia, 25 de junio de 2011

Fragor de las magnolias
Por Ángel L. Prieto de Paula

Poesía. La publicación en 1976 de Con pólvora e magnolias, de Xosé Luís Méndez Ferrín (Ourense, 1938), fue un signo de renovación de la poesía gallega, como, en distinto orden estético, Mesteres, de Arcadio López-Casanova. Aquel libro anunciaba en su título la determinación de compatibilizar esteticismo culturalista con insurgencia civil, y su rendimiento simbólico no cede al que tuvo en el primer franquismo Cómaros verdes (1946), de Aquilino Iglesia Alvariño. Solo tras esa clausura del realismo tardío, a zaga de cierto Celso Emilio Ferreiro, pudo producirse, al filo de 1980, la eclosión poética concretada en los nombres de Xulio L. Valcárcel, Rodríguez Fer, Xavier Seoane o Manuel Rivas. Aunque la aparición como poeta de Méndez Ferrín había tenido lugar con Voce na néboa (Voz en la niebla) en 1957, su centralidad en la lírica gallega deriva de los libros reunidos en Poesía fundamental, entre 1976 y 2005, en edición bilingüe con traducción de Eloísa Otero y Manuel Outeiriño. Por sus salmodias pletóricas, su poderío alucinatorio y su capacidad para dar curso a requerimientos colectivos, cabría hablar de "materialismo histórico-visionario", como bromea muy en serio Antonio Gamoneda en unas palabras prologales. A los traductores se deben unas valiosas notas finales que proporcionan información necesaria para el lector común; y, dado que se trata de la primera muestra compendiosa de Méndez Ferrín en castellano, se habría agradecido una introducción crítica, cuya carencia no la compensan los dos textos que abren y cierran el volumen, acarreados de otro sitio para la ocasión: ni el citado de Gamoneda, un prólogo-carta personal e impresionista, ni el epílogo de Outeiriño, iluminador pero referido tan solo al último libro recogido aquí, Contra Maquieiro (Contra Maquilero). En todo caso, la presente recopilación brinda la oportunidad de leer a este excepcional "poeta cimarrón" en cuya escritura se abrazan lo legendario y lo histórico, el experimentalismo lingüístico y la entonación coral, la relectura de la tradición y la proclama revolucionaria, y que por tantos motivos constituye la quintaesencia de la mejor poesía gallega.


EL PAÍS Galicia, 24 de junio de 2011

A poesía de Méndez Ferrín pousa no castelán

Calambur edita nun volume cinco libros do presidente da Academia

Escríbeo Antonio Gamoneda, premio Cervantes e amigo de vello do autor de Contra maquieiro: "Hace cerca de medio siglo, cuando yo era, al parecer un mozo (decían, incluso, que era un poeta joven), tú, lo quieras o no lo quieras, escasamente pasabas de chiquillo y, por alguna disparatada causa, ya estabas hecho un poeta entero y grande". É un fragmento do pórtico da Poesía fundamental, o volume que xunta os cinco libros da produción poética de Xosé Luís Méndez Ferrín (Ourense, 1938), tres deles por primeira vez en castelán. Só faltan os materiais espallados de Era na selva de Esm.

"Non sei se os tradutores deben falar moito", comeza o poeta e ensaísta Manuel Outeiriño, canda a xornalista leonesa Eloísa Otero responsábel da versión bilingüe e anotada que publica Calambur, "con todo, o mellor desta edición é poder ler Estirpe cunhas notas que explican o que aconteceu en 1936 no Cambedo, ou cal foi a importancia real de Prisciliano". Os poemas de Ferrín comparecen en castelán acompañados dun aparello de glosa que esmiúza as múltiples referencias literarias, históricas, á propia mitoloxía persoal do autor ou políticas que inzan os textos e contribuén a diagramar o que o propio Gamoneda denomina, con certa agudeza, "materialismo histórico-visionario" do poeta. "Visiones que eran, de paso, verdades como puños", engade.

Na Poesía fundamental está o corpo central dos versos ferrinianos. Da xa instituída pedra fundacional da poesía contemporánea Con pólvora e magnolias (orixinal de 1976) a Contra maquieiro (2005), que viu a luz exento e en castelán en La Habana, coa intercesión do editor Constantino Bértolo, vai para tres anos. A Poesía enteira de Heriberto Bens (1980) -o heterónimo predilecto, e contundentemente combativo, do escritor-, O fin dun canto (1982) e Estirpe (1994) completan a tradución. "A pouco que fedellásemos, podiamos xuntar algúns textos menos coñecidos e agochados en publicacións colectivos e elaborar unha poesía completa", sinala divertido Outeiriño, "pero Ferrín decidiu que aínda era novo de máis para ter unha obra completa. E a nós pareceunos ben, claro".

"Este libro é unha historia de amizades", afirma, dende León, Eloísa Otero. Do seu empeño de traducir Con pólvora e magnolias, un labor que iniciou xunta Manuel Outeiriño cando deixou Galicia e que chegou ás librarías en 1994 da man da editorial Hiperión, naceu o proxecto actual. "Hai tres anos que estaba listo e foi Juan Carlos Mestre [poeta berciano, premio Nacional en 2009 por La casa roja] quen mediou coa editorial Calambur", lembra, "así que a amizade aparece por todas partes".

Para Otero, tamén poeta e mantedora do blog Isla Kokotero, en Poesía fundamental -cuxo epílogo redactou Outeiriño baixo o título Méndez Ferrín, poeta cimarrón- "aparece un poeta singular, pero tamén moitas outras cousas". "Non é poesía decorativa, senón que dá conta da vida e da humanidade", apón, antes de confesar que ela aprendeu a "ler a Ferrín grazas a Manolo [Outeriño]; son poemas, algúns, moi escuros, difíciles para alguén que non é galego". A xornalista láiase das escasas traducións da obra de Méndez Ferrín e considera que "é duro de ler na súa propia lingua". E garda na memoria lectora unha analoxía co prologuista do volume: "Para min hai dous libros fundamentais en España, Con pólvora e magnolias e Descripción de la mentira, de Gamoneda. Os dous datan de 1976 e os dous tratan da loita, da esperanza, da mentira, da traizón".

Outeiriño resume axiña os obxectivos de traballar nesta Poesía fundamental. "Da mesma maneira que El Bardo traduciu a Celso Emilio nos sesenta e tivo lectores, Ferrín pode ter lectores en castelán", opina. Porque "a noticia" dos poemas traducidos dun home "non moi interesado na autopromoción" atópase, antes de máis, "en que difunde a un autor que eu creo que é moi interesante".

En español

- Fría Hortensia y otros cuentos. Dezaoito relatos traducidos por Moncha Fuentes, Xavier Rodríguez Baixeras e Celina Suso Pasquier. Editorial Alianza (1999)

- En el vientre del silencio. A súa novela de 1999, traducida por Moncha Fuentes. Editorial Txalaparta (2002)

- Amor de Artur. Libro de contos de 1982. Versión de Moncha Fuentes e Xavier Rodríguez Baixeras. Editorial Impedimenta (2009)

- Arraianos. Relatos de la Raya, tierra de nadie. Esta compilación de relatos, orixinal de 1991, apareceu en versión castelá de Luísa Castro. Editorial Ronsel (1994)

- Con pólvora e magnolias. O seu libro de poemas máis emblemático, de 1976, foi traducido por Manuel Outeiriño e Eloísa Otero. Hiperión (1994).

- Contra maquilero. O seu último libro de poemas, de 2005, tamén en versión de Outeiriño e Otero, publicouse na editorial Artes y Letras de La Habana (2008)

http://www.elpais.com/articulo/Galicia/poesia/Mendez/Ferrin/pousa/castelan/elpepiautgal/20110624elpgal_24/Tes

Poemas de Cecilia Quílez en el programa de radio "Letras en vena"

23 de junio de 2011

"Letras en vena". Programa de difusión literaria y cultural …

Se puede escuchar aquí a partir del minuto 27:15.



sábado, 25 de junio de 2011

La Estación azul celebra los 20 años de Calambur: entrevista con Emilio Torné

La Estación azul de RNE celebra los 20 años de Calambur con una entrevista de Ignacio Elguero a Emilio Torné y un comentario, a cargo de Jasvier Lostalé, de la colección Calambur 20 años. A partir del minuto 10:55.

viernes, 24 de junio de 2011

Juan Carlos Mestre en "Para todos la 2", coloquio sobre la poesía

22 de junio de 2011
Para Todos La 2 - "Poesia"

Juan Carlos Mestre: "La poesía… tal vez sea la conciencia de algo de lo que no podemos tener conciencia de ninguna otra manera… Posiblemente el lenguaje de la delicadeza humana y tal vez la teoría menos humillante de la historia."

En ocasiones abrimos un libro y ahí, negro sobre blanco, hallamos aquellas palabras capaces de llenar nuestro universo. Nos preguntamos ¿qué es la poesía? ¿Qué define a un poeta? Coloquio entre los poetas Aurora Luque, Rodolfo Häsler y Juan Carlos Mestre, y Jorge de los Santos, Artista plástico.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-poesia/1136220/

miércoles, 22 de junio de 2011

Sobre Vísteme de largo, de Cecilia Quílez, en el blog de Manuel Francisco Reina

La gaditana de Algeciras Cecilia Quílez es ya una realidad, y no una promesa de la joven poesía española. Con un riguroso ejercicio de exigencia ha conseguido que su poesía aúne un misterio ancestral y encantador, en el sentido etimológico y en el mágico, y un profundo conocimiento antropológico. Un equilibrio perfecto de ética y estética. En palabras de la crítica Idoia Arbillaga, el libro publicado por Calambur Vísteme de largo, es un “poemario que nos pone en directo contacto con verdades de gran hondura existencial: el otro yo con el que convivimos, que nos desarbola y enriquece; los pactos autobiográficos entre la renuncia y la osadía del vivir; la estabilidad y el riesgo; varias poéticas informales; también la infancia; el amor y el deseo, su rotura al fin. Todo ello a través de una voz que, si ya era madura, alcanza aquí mayor expresividad y alcance.”

Y es que, se pongan como se pongan algunos, y volviendo a Cernuda: “la primera palabra que pronunciaron tus labios era española, y española será la última que de ellos salga, determinadas precisa y fatalmente por esas dos palabras primera y postrera”.

Eso conforma nuestro mundo, ancho y de muchas orillas, y la grandeza secular de nuestra literatura. Quien lo leyó lo sabe.

http://blog.hola.com/elblogdelasartesylasletras/2011/06/la-fiesta-del-espanol.html

Más comentarios sobre los 20 años de Calambur

Los primeros 20 años de Calambur

Por Fernando Valls

En mayo de 1991 aparecieron los primeros títulos de la editorial Calambur. Veinte años después, y aunque ha editado también prosa, se ha convertido, sobre todo, en un referente imprescidible dentro de la poesía española contemporánea, tanto por los títulos de su catálogo como por su peculiar y cuidado diseño. Así, en estos últimos años, en el 2009 y el 2010, han conseguido el Premio Nacional de Poesía: La casa roja, de Juan Carlos Mestre, y Cuadernos (2000-2009), de José María Millares Sall.


Según la misma editorial, tres han sido las líneas que han sostenido su andadura:
1. La independencia, puesto que no responde a ninguna corriente estética determinada, sino que permanece atenta, desde el rigor que cultiva en la búsqueda de la calidad, a la amplitud del panorama poético español contemporáneo. Por esta atención a la diversidad, han destinado el número 100 de su colección de poesía a la antología Las moradas del verbo. Poetas españoles de la democracia, realizada por el prestigioso crítico Ángel L. Prieto de Paula.


2. El cuidado tipográfico y editorial. Desde el diálogo y el respeto por las obras y los lectores, Calambur se ha esforzado en cuidar los aspectos editoriales y tipográficos de cada libro, en un juego que busca la variedad en el diseño, dentro de unas líneas que marcan la estética de la editorial. Así, el lector tiene entre sus manos un libro que pertenece a una editorial, pero al tiempo un objeto único (como lo es la obra), hermoso y grato de leer.


3. Un catálogo abierto y riguroso. Calambur ha tratado de construir un catálogo libre y heterodoxo, pero, al mismo tiempo, atento a la calidad y la excelencia. El núcleo de nuestro catálogo, nos dicen, lo constituyen las novedades de autores contemporáneos, cuya obra haya significado una renovación de la poesía actual, como Juan Carlos Mestre, Leopoldo María Panero, Jorge Riechmann, José Luis Puerto o Eduardo Moga. También hemos editado obras completas o amplias antologías: Francisca Aguirre, Antonio Pereira y J.H. Tundidor; y algún rescate que se ha convertido en acontecimiento, como el de José María Millares Sall. Además, hemos editado textos inéditos de clásicos del siglo XX, como M. Altolaguirre y E. Prados; junto a grandes poetas, de la talla de Blas de Otero, C. E. Ory, Antonio Gamoneda, Rafael Pérez Estrada o Antonio Colinas.


Con motivo de esta celebración, ha aparecido la colección Calambur 20 años, en la que se reeditan obras de Blas de Otero, Carlos Edmundo de Ory, Antonio Pereira, Francisca Aguirre y Rafael Pérez Estrada.

http://nalocos.blogspot.com/2011/06/los-primeros-20-anos-de-calambur.html

martes, 21 de junio de 2011

Recital de Juan Carlos Mestre en Málaga. Jueves 23 de junio


El Centro Andaluz de las Letras y el Museo Picasso Málaga tienen el placer de invitarle a un nuevo acto del ciclo Poesía en el Picasso.

En esta ocasión el autor Juan Carlos Mestre, presentado por Rafael Ballesteros, nos recitará algunos de sus poemas.

El acto tendrá lugar, el próximo jueves 23 de junio a las 21:00 horas, en los Jardines del Museo Picasso Málaga, entrada por Calle San Agustín, 8.

Entrada libre hasta completar aforo.

lunes, 20 de junio de 2011

jueves, 16 de junio de 2011

Reseña de 28010, de Marta Agudo, en la revista El Ciervo

Revista El Ciervo, nº 723, junio de 2011

Marta Agudo (1971) encierra en el número de un código postal, que eleva a título del libro, la indagación de la identidad: desde los extraños sonidos que al reunirse forman un nombre hasta la experiencia del espacio, del tiempo y de los otros, es decir, cuanto conforma al sujeto. Con la escritura de un poema en prosa fragmentario, elíptico, que abre sentidos y retorna a ellos de forma recurrente, 28010 cuestiona los hábitos y hechuras donde suele asentarse la identidad para no identificar nada singular, propio: "¿Se hereda la estructura mental de lo escuchado? ¿Hacia dónde, pues, trazar la fuga?"

martes, 14 de junio de 2011

Reseña de Vísteme de largo, de Cecilia Quílez, en ABC Cultural


ABC Cultural, 28 de mayo de 2011

Al límite de un latido

Por Luis García Jambrina

Vísteme de largo es el cuarto libro de poemas de Cecilia Quílez (Algeciras, Cádiz, 1965), que con anterioridad había publicado La posada del dragón (2002), Un mal ácido (2006, mención especial del Premio Francisco de Quevedo) y El cuarto día (2008), poemario de carácter unitario —centrado en la idea de la resurrección, el tiempo cíclico y el renacimiento— que conectaba, de algún modo, con la obra anterior y, a la vez, inauguraba un nuevo ciclo en su trayectoria.

Este aparece ahora continuado y desarrollado por su nuevo libro: como el precedente, presenta una cuidada estructura, con un poema prólogo y tres partes o secciones ("Silencio sostenido", "Dilación del desnudo" y "Vísteme de largo"), que también plantean una original indagación existencial y la búsqueda de un nuevo sujeto femenino ("Lo que hay detrás de una mujer / es otra mujer. / Quitarme la ropa no sirve de mucho", leemos justo al comienzo del libro).

Según señala en su nota de presentación la también poeta Ana María Puigpelat: "Vísteme de largo es la apuesta por romper los tópicos, morder el hueso, hilvanar lágrimas, seducir y crecer… la vida que transcurre. Si miras a través de las páginas, encontrarás un paisaje femenino, una visión en la que reconocerte para asumir el propio paso, el torpe tropiezo, la ambición por beberse el ahora y apurar las ganas. Poesía al límite de un latido, justo antes de quedarse sin aliento".

Eso explica que estemos ante una lírica de una gran fuerza e intensidad en la que el sujeto indaga, a través de varios círculos concéntricos, en la propia identidad, una identidad compleja e inestable ("La de atrás se quita los zapatos, / luna con arpa herida de bala"), así como en el deseo, el amor y la sexualidad ("Te amo como a las palabras que no se dicen, / las que tampoco hacen falta").

Alas mojadas
Son conitnuas, por lo demás, las referencias a la infancia ("De pequeña soñaba con un vestido largo. / Necesitaba un cuerpo que lo envolviera. / Ahora necesito otro cuerpo / y otro vestido que ponerme"); pero también a la muerte y a la desolación ("UN ángel pasa con las alas mojadas. / Lleva una guadaña escondida en su sayo / y el rencor corrompiendo mi habitación").

En cuanto a su poética, cabe decir que aparece expuesta de forma fragmentaria en algunos versos del libro ("La llamada del poeta acaba de empezar. /Ni un poema más inútil. / Cúmplase su primera voluntad"). En lo expresivo, destacan el irracionalismo, las imágenes oníricas y visionarias, la ironía, el j¡humor ("Dame anestesia, vida mía, / y llámame tonta"), el ritmo fluido y a variedad de tonos. En definitiva, un libro original.


lunes, 13 de junio de 2011

"La fiesta del viernes", Por Javier Pérez Walías


Celebración

Por Javier Pérez Walías

Alguien anda diciendo que a las afueras de la ciudad hay una casa roja.
(JCM)

Era la fiesta del viernes. Por la tarde, El Retiro estaba exuberante, realmente hermoso. Temperatura moderada de principios de junio, trinos en las copas de los árboles y miles de tesoros esperándonos, en forma de libros, en las más de doscientas casitas de la Feria. La Feria del libro de Madrid es, en sí misma, un espectáculo de luz y sonido: cientos de historias que buscan ser compartidas y un lugar donde vivir, cientos de personas que buscan y encuentran su particular historia. Pero, a eso de las veinte horas, el corazón de la feria estaba en el pabellón Carmen Martín Gaite. El corazón latía con la fuerza poderosa de un caballo joven, bombeaba con la ilusión de la juventud del que atesora veinte años. Que es un soplo la vida, lo dejaba en el aire, jalonado su discurso por una emoción apenas contenida, la voz preclara de Emilio Torné. No era para menos. No era una fiesta al uso, era una celebración, la celebración de la palabra, de la palabra común que perdura en el tiempo por su bondad hermosa, una comunión llena de afectos y parabienes. Calambur ha cumplido veinte años, y el acúmulo poético de esos veinte abriles es un cofre a rebosar, y lo hemos celebrado de la manera más entrañable, con el encuentro fervoroso de los amigos, con los abrazos de los amigos llegados de todas las partes del universo y con el recuerdo amable de las ausencias. Calambur ha sido durante las últimas dos décadas, para muchos, la casa madre de la poesía. Tras las palabras de Emilio Torné, uno de los arquitectos de la casa donde el oro y la plata no son lo que parecen, la música colmaba el cielo de la carpa del Retiro y tras la música, la poesía bajó a la tierra y se hizo verbo y habitó entre nosotros por la voz de un espléndido Mestre. La casa roja es la casa de muchos, La casa roja es la casa de Calambur y Calambur es el cáliz que ha custodiado, con el celo de la perfección y el afecto, una parte esencial de la poesía contemporánea de este país. Salud.

miércoles, 8 de junio de 2011

Entrevista a Marta Agudo en Onda Regional de Murcia

José Antonio Martínez entrevista a Marta Agudo en el programa "Las personas del verbo", de Onda Regional de Murcia, el domingo 29 de mayo.

Se puede escuchar desde el minuto 1:40

http://www.orm.es/servlet/rtrm.servlets.ServletLink2?METHOD=DETALLEALACARTA&sit=c,5&serv=BlogPortal2&idCarta=21&mOd=12026&autostart=RADIO


Feria del libro: la poesía encuentra su hueco

Feria del libro: la poesía encuentra su hueco
El club de los poetas muertos

Cada año, las editoriales y librerías especializadas en poesía dejan entrever tanto derrotismo como esperanza. Como en todos los géneros, también hay «best-sellers» y tendencias. Y es que el verso de los autores que ya no están sigue vendiendo, con crisis o sin ella.

La Razón, 5 Junio de 2011 - - Antonio Puente - Madrid

Cada género habla y también se calla en la Feria según le va en ella. «La poesía no se vende porque la poesía no se vende», dejó dicho, en digna traducción tautológica de «la inmensa minoría» de Juan Ramón, el argentino Raúl Gustavo Aguirre. En tiempos de crisis se vuelve, incluso, un inalcanzable ideal la respuesta que ofreció Vicente Aleixandre cuando, con motivo de la concesión del Premio Nobel, le preguntaron si la poesía le daba para comer: «No; apenas me alcanza para merendar». «Se sobrevive algo mejor de la poesía ajena que de la propia», ironiza un librero-editor especializado; «y eso, siempre y cuando obtengamos algún tipo de subvención, cada vez más menguada». Pues lo cierto es que, sin excepción, ningún poeta, ni los más afamados, puede vivir estrictamente de su creación; «otra cosa muy distinta es que algunos lo consigan por actividades derivadas de su renombre», agrega. Aunque un portavoz de una importante editorial lo niega categóricamente, la mayoría de los editores de poesía reconoce que el género se vende más en esta quincena intensiva de la Feria que en el resto del año. «Somos la hermana pobre pero carismática de la literatura», definen. «Porque, de todos modos, ¿de qué cantidades estamos hablando?, ¿200, 300 ejemplares? Un poeta que alcance esa cifra ya puede darse con un canto en los dientes...?».

¿Quiénes superan con creces esa cifra de salida?, estaba preguntando, cuando, a causa de la lluvia, riadas de público feriante se empotran bajo los aleros de las casetas, para guarecerse. Vaya: esto sí que es funcionalidad y magnetismo súbito de los libros de poesía. Como que anima a entonar que ojalá que llueva café en la Feria, a tenor de la ironía que suele emplear Juan Gelman, remedando a Heine: que «ojalá se valoraran, al menos, las hojas de los libros de poesía para hacer cucuruchos de envolver café». Una ocurrencia que suele acompañar de otras de sus perlas, cada vez que le preguntan si cree en la poesía comprometida: «Creo más en la poesía casada o rejuntada». Con el tropel, caigo de bruces sobre una antología de poemas de Poe, y leo al albur: «Los cielos cenicientos y sombríos...». Esto sí que es premonición y «flashback» a un mismo tiempo. Junto a ella destaca, como estricta novedad, la «Poesía completa» (Cátedra), de Aldous Huxley, otro señero caso de poemas avalados por la previa consagración de un narrador clásico... «A diferencia de la novela, la poesía no puede ser llevada al cine; ni a ninguna parte que no sea ella misma», dice un editor. Por lo que se ve, sí puede ocurrir a la inversa: que el cine sea llevado a la poesía, pues Gil de Biedma, flamante «cónsul de Sodoma», reluce aquí y allá, en verso y en biografía. «Al igual que sucede con él, hay autores como Benedetti o Ángel González, de muertes relativamente recientes, que son ‘‘long-sellers’’», apunta. Juan Carlos Mestre y Luis García Montero, en Calambur y Visor respectivamente, son de los pocos poetas españoles de mediana edad que han alcanzado varias reediciones con sus libros recientes. Entre las tendencias de los más jóvenes se habla de un predominio del «realismo culto», con híbridos ascendentes, capaces de acoplar, por ejemplo, a un Cernuda con un Leopoldo María Panero. Cada cual hijo de su padre y de su musa, parecen superadas aquellas disyuntivas monoteístas por las que, en los años 80 se era irreconciliablemente, por ejemplo, de Valente o de Gil de Biedma.


La fuerza de Cernuda
Cuando, por fin, escampa, en un recorrido atento a los poetas mejor situados y/o reiterados entre los húmedos mástiles de las casetas –rápido, pues ya se perfila, entre los claros clarines del cielo, la inminencia de otro aguacero de tomo y lomo– es fácil comprobar el predominio de los clásicos. La palma se la llevan Kavafis, reeditado una y otra vez, y los «Sonetos» de Shakespeare, recién horneados por Visor. Y un fenómeno curioso es el apogeo de Cernuda (con múltiples ediciones, entre ellas de Pre-textos y Renacimiento). Según explican, Rilke, Baudelaire y Rimbaud son poetas adquiridos por lectores cada vez más jóvenes, y frecuentes en reventas son Bécquer (siempre tan gentil, al cabo, con el lector: «poesía eres tú») y los «20 poemas de amor...» de Neruda. Pero un aspecto novedoso de las últimas ediciones es la aparición de un sostenido reservado de mujeres poetas difuntas –muy seguido, por cierto, por lectores varones, apuntan–. Así ocurre, por ejemplo, con Alejandra Pizarnik (una joya reluciente en Lumen), Sylvia Plath, Emily Dickinson, Alfonsina Storni, Blanca Varela, Marina Tsvietáieva... y que se completa con recientes ediciones de poetas muy mayores, como Ida Vilariño (Lumen) o, sobre todo, la polaca Wislawa Szymborzka, cuyo poemario «El gran número. Fin y principio» (Hiperión) alcanza ya la quinta edición.


Crear «clásicos en vida»
Se trata, al cabo, de una premio Nobel; y es que ésa es otra: junto con la preeminencia de clásicos, sobre todo del siglo XX, y de autores recién fallecidos, también destacan poetas señalados con ese sarcófago en vida que son los galardones consagrados a la veteranía, como los premios Cervantes Juan Gelman, José Emilio Pacheco o Antonio Gamoneda. Están presentes en la prestigiosa colección plateada de Galaxia-Gutemberg, que –al igual, entre otras, que Nuevos textos sagrados, de Tusquets– ofrece el elocuente indicio de aspirar a crear «clásicos en vida». Algunos de los que tuvieron ocasión de hojear en esa colección sus propias páginas, como Francisco Pino, Carlos Edmundo de Ory, José-Miguel Ullán o Gonzalo Rojas, refulgen en ese nicho (y en otras editoriales, como hace De Ory en Calambur, donde también destacan varios poemarios del póstumo premio Nacional de Poesía José María Millares Sall), tras sus desapariciones recientes. El último en hacerlo, el chileno Rojas, hace apenas un mes, enarbolaba: «El romano Horacio murió a sus 49 años, casi la mitad de mi edad, anunciando que «no me moriré del todo; cualquier poeta serio albergará siempre esa idéntica esperanza, pues, en poesía, lo sustancial viene después del ruido: es su posteridad». Vi su gorra de marinero fluvial coronando, por fin, el arco iris...Y, tras él, a Ullán, recordando con severidad: «El principal enemigo de la palabra son las palabras». Y al gran De Ory, definiendo sin pestañear: «Escribir poesía es poner un huevo negro en el nido del no-decir».


Tres tendencias
Los «long-sellers» Benedetti, Gil de Biedma, o Ángel González entran en una categoría de poetas muertos recientemente con mucho tirón de ventas
Los grandes clásicos como la obra de Kavafis,Neruda o los sonetos de Shakespeare, nunca dejan de reeditarse ni de revisarse porque nunca pierden vigencia
Mujeres de Nobel como Wislawa Szymborska han despertado mucho interés, al igual que Sylvia Plath, Pizarnik, Storni o Ida Vilariño


El detalle
LA EXCEPCIÓN ES LA REGLA
Y aquí (Octavio) Paz y después Gloria (Fuertes), podría ser el lema de estos tiempos centrífugos, en los que la regla es la excepción. La disparidad y mezcolanza de orientaciones estéticas, junto a una clara atomización posgeneracional, parece haber dado al traste con las encarnizadas polarizaciones de décadas atrás. Poetas en su cincuentena, que antaño figuraban en adscripciones cerradas –«de la experiencia» versus «la diferencia»–, junto a otras etiquetas conviven ahora, por ejemplo, en la antología «Las moradas del verbo. Poetas españoles de la democracia», de Ángel L. Prieto de Paula.


http://www.larazon.es/noticia/299-el-club-de-los-poetas-muertos

lunes, 6 de junio de 2011

La celebración de los 20 años de Calambur, en imágenes

El pasado viernes 3 de junio, en el pabellón Carmen Martín Gaite de la Feria del Libro de Madrid, celebramos el vigésimo aniversario de Calambur, con un acto en el que intervinieron Emilio Torné, el dúo musical Alentina y Juan Carlos Mestre. Las fotos son de Guadalupe Grande.