lunes, 13 de junio de 2011

"La fiesta del viernes", Por Javier Pérez Walías


Celebración

Por Javier Pérez Walías

Alguien anda diciendo que a las afueras de la ciudad hay una casa roja.
(JCM)

Era la fiesta del viernes. Por la tarde, El Retiro estaba exuberante, realmente hermoso. Temperatura moderada de principios de junio, trinos en las copas de los árboles y miles de tesoros esperándonos, en forma de libros, en las más de doscientas casitas de la Feria. La Feria del libro de Madrid es, en sí misma, un espectáculo de luz y sonido: cientos de historias que buscan ser compartidas y un lugar donde vivir, cientos de personas que buscan y encuentran su particular historia. Pero, a eso de las veinte horas, el corazón de la feria estaba en el pabellón Carmen Martín Gaite. El corazón latía con la fuerza poderosa de un caballo joven, bombeaba con la ilusión de la juventud del que atesora veinte años. Que es un soplo la vida, lo dejaba en el aire, jalonado su discurso por una emoción apenas contenida, la voz preclara de Emilio Torné. No era para menos. No era una fiesta al uso, era una celebración, la celebración de la palabra, de la palabra común que perdura en el tiempo por su bondad hermosa, una comunión llena de afectos y parabienes. Calambur ha cumplido veinte años, y el acúmulo poético de esos veinte abriles es un cofre a rebosar, y lo hemos celebrado de la manera más entrañable, con el encuentro fervoroso de los amigos, con los abrazos de los amigos llegados de todas las partes del universo y con el recuerdo amable de las ausencias. Calambur ha sido durante las últimas dos décadas, para muchos, la casa madre de la poesía. Tras las palabras de Emilio Torné, uno de los arquitectos de la casa donde el oro y la plata no son lo que parecen, la música colmaba el cielo de la carpa del Retiro y tras la música, la poesía bajó a la tierra y se hizo verbo y habitó entre nosotros por la voz de un espléndido Mestre. La casa roja es la casa de muchos, La casa roja es la casa de Calambur y Calambur es el cáliz que ha custodiado, con el celo de la perfección y el afecto, una parte esencial de la poesía contemporánea de este país. Salud.

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