La Opinión de A Coruña y El Faro de Vigo, 28 de junio de 2011
Xosé Luís Méndez Ferrín: "Me gusta soñar que escribí algún poema de Gamoneda"
"Al no necesitar escribir para vivir, siempre me permití ser 'amateur', estar fuera del sistema", dice el autor, del que ahora se publican sus poemas en versión bilingüe gallego-castellano
La editorial Calambur traduce al castellano poemarios del presidente de la Academia Galega
Se dio a conocer como poeta en 1957 con Voce na néboa, al que siguieron Antoloxía Popular, Sirventés pola destrucción de Occitania, Con pólvora e magnolias, Poesía enteira de Heriberto Bens, O fin dun canto, Erótica, Estirpe y, en 2005, Contra Maquieiro (2005). La editorial Calambur reúne ahora, en edición bilingüe, en Poesía fundamental (1976-2005), la obra decisiva de Méndez Ferrín, traducida al castellano por Eloísa Otero y Manuel Outeiriño y prologada por Antonio Gamoneda.
MAR MATO | VIGO La musa de la vanguardia rusa Lilya Brik se suicidó en 1978, dos años después de la primera edición de Con pólvora e magnolias. Su imagen de perfil con una pañoleta en la cabeza gritando en 1924 ha dado la vuelta al mundo. Primero, gracias al cartel del constructivista Rodchenko; posteriormente, reinventada en una de las portadas del grupo Franz Ferdinand. La última versión se ofrece en la portada del libro, edición bilingüe gallego-castellano, X.L. Méndez Ferrín. Poesía fundamental. 1976-2005 (Calambur). En ella, el Photoshop ha hecho que Lilya Brik grite FERRÍN, así, con mayúsculas.
"Hacía ya algún tiempo —explica Ferrín— que la editorial Calambur tenía la idea de este libro y yo acepté la propuesta con mucho gusto. Xosé Manuel Outeiriño y Eloísa Otero, además de Antonio Gamoneda, estuvieron también muy activos en esa idea".
P-En cuanto a la selección de las obras incluidas en esta recopilación en castellano y gallego, ¿echa de menos alguna?
R-Yo los dejé en paz a ese respecto; no quise hacer una edición completa de mis poesías porque pienso que aún no están completas y espero que tarden mucho tiempo en estarlo.
P-En una pequeña introducción de la editorial, lo tratan de 'escritor de culto'. ¿Son palabras que provocan rubor o le expanden el alma?
R-Ninguna de las dos cosas. Escritor de culto es uno que tiene algunos seguidores que son especialmente fieles. Pero creo que en esto existe el politeísmo. Yo le rindo culto a muchos autores. En todo caso, a mí me alegra que haya algunos lectores que me sigan.
P-Gamoneda rememora cómo lo conoció a usted a través del poema Roi Xordo cuando lo leyó en gallego, sintiendo un 'impulso pasional'. ¿Cree que ese es un poder de todas las lenguas o en especial del gallego?
R-No creo que nuestro idioma (la entrevista con Ferrín fue realizada en gallego y el autor exige que se aclare) tenga un algo especial. Gamoneda es un leonés; por lo tanto, siente al igual que José María Merino o la propia Eloísa Otero su proximidad más a Galicia que a Castilla. Es lo que Mateo Díaz llama cultura del noroeste, lo de poder escribir en castellano 'tojo' es para ellos muy importante. Nadie en la Meseta sabe lo que es un tojo. Esa llamada a lo ancestral que tienen los leoneses hizo que Gamoneda se fijase en la poesía gallega del siglo XX.
P-¿Cómo empezaron a tener contacto con él? Usted incluso ha llegado a llamarlo 'irmán'.
R-A mí, me gusta tanto lo que hace que, a veces, me daría gusto soñar que yo escribí algún poema de Gamoneda. Hay una cierta simpatía mutua. Nos conocemos desde la revista Claraboya de los años sesenta en León.
P-Se cumplen 35 años de Con pólvora e magnolias, poemario que abre el libro de Calambur. ¿Puede echar la vista atrás?
R-Lo recuerdo perfectamente. Era el año 1976. No conseguí ningún editor; fue rechazado por todos. Tenía un diseño de Luís Mariño, lo edité y lo distribuí con él; era una edición de autor. No tuvo ninguna repercusión mediática; no hubo críticas; sin embargo, se agotaron rápidamente dos o tres ediciones. Ese fue el fenómeno. Tuvo más repercusión de la que yo podía pensar.
P-Leyéndolos ahora, ¿cambiaría algo, cargaría más tinta?
R-Hay que resistirse. Yo soy de los que no reescribo nada. Lo que está escrito, debe permanecer tal cual se escribió.
P-En el poema Irlanda cantaba a un Derry libre (ceibe). Días atrás, se registraron disturbios en Belfast.
R-El proceso de paz es muy lento y en Irlanda no fue una rendición de las fuerzas independentistas y republicanas. Fue un alto el fuego para seguir discutiendo condiciones de incorporar Irlanda del Norte a la República. Las voces que quieren romper el proceso son, principalmente, las unionistas, los ingleses. Les molesta la paz. Pasa parecido en muchos lugares.
P-En España...
R-Es distinto.
P-¿Piensa que hay que dar tanta importancia a la retirada de la imagen del Rey en el consistorio de Donosti?
R-Desde luego no me produce ninguna molestia; todo lo contrario.
P-El poema Contra Maquilero arremete contra la usura del siglo pasado pero parece que hoy sigue vigente.
R-En estos momentos, la locura es la banca, producto de la usura. Con la crisis, están intentando una reaparición del esclavismo, aparentemente.
P-En las últimas semanas, algunas voces reclamaron a la Academia que preside mayor presencia femenina, ¿Comparte esa exigencia?
R-No tengo comentarios.
P-Última cuestión, ¿sientió dolor existencial alguna vez por no parir literatura?
R-No, al contrario. Al no necesitar escribir para vivir, siempre me permití una situación de amateur, de persona que está fuera del sistema. Eso fue cuando era joven y ahora mucho más. Nunca escribí mucho y ahora, de mayor, quizás sí tenga un poco más deprisa porque siento que se me acaba el tiempo. Tal vez escriba más ahora pero de manera privada, no tengo prisa alguna en publicar.
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