Al límite de un latido
Vísteme de largo es el cuarto libro de poemas de Cecilia Quílez (Algeciras, Cádiz, 1965), que con anterioridad había publicado La posada del dragón (2002), Un mal ácido (2006, mención especial del Premio Francisco de Quevedo) y El cuarto día (2008), poemario de carácter unitario —centrado en la idea de la resurrección, el tiempo cíclico y el renacimiento— que conectaba, de algún modo, con la obra anterior y, a la vez, inauguraba un nuevo ciclo en su trayectoria.
Este aparece ahora continuado y desarrollado por su nuevo libro: como el precedente, presenta una cuidada estructura, con un poema prólogo y tres partes o secciones ("Silencio sostenido", "Dilación del desnudo" y "Vísteme de largo"), que también plantean una original indagación existencial y la búsqueda de un nuevo sujeto femenino ("Lo que hay detrás de una mujer / es otra mujer. / Quitarme la ropa no sirve de mucho", leemos justo al comienzo del libro).
Según señala en su nota de presentación la también poeta Ana María Puigpelat: "Vísteme de largo es la apuesta por romper los tópicos, morder el hueso, hilvanar lágrimas, seducir y crecer… la vida que transcurre. Si miras a través de las páginas, encontrarás un paisaje femenino, una visión en la que reconocerte para asumir el propio paso, el torpe tropiezo, la ambición por beberse el ahora y apurar las ganas. Poesía al límite de un latido, justo antes de quedarse sin aliento".
Eso explica que estemos ante una lírica de una gran fuerza e intensidad en la que el sujeto indaga, a través de varios círculos concéntricos, en la propia identidad, una identidad compleja e inestable ("La de atrás se quita los zapatos, / luna con arpa herida de bala"), así como en el deseo, el amor y la sexualidad ("Te amo como a las palabras que no se dicen, / las que tampoco hacen falta").
Alas mojadas
Son conitnuas, por lo demás, las referencias a la infancia ("De pequeña soñaba con un vestido largo. / Necesitaba un cuerpo que lo envolviera. / Ahora necesito otro cuerpo / y otro vestido que ponerme"); pero también a la muerte y a la desolación ("UN ángel pasa con las alas mojadas. / Lleva una guadaña escondida en su sayo / y el rencor corrompiendo mi habitación").
En cuanto a su poética, cabe decir que aparece expuesta de forma fragmentaria en algunos versos del libro ("La llamada del poeta acaba de empezar. /Ni un poema más inútil. / Cúmplase su primera voluntad"). En lo expresivo, destacan el irracionalismo, las imágenes oníricas y visionarias, la ironía, el j¡humor ("Dame anestesia, vida mía, / y llámame tonta"), el ritmo fluido y a variedad de tonos. En definitiva, un libro original.
1 comentario:
Es muy interesante la información publicada.
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