miércoles, 24 de junio de 2009

Reseña: Los senderos que se bifurcan


Los senderos que se bifurcan

Escritores hispanoamericanos del siglo XX


Alex Guzmán

Ámbito Cultural


Madrid 14/06/2009


Ana María Navales, escritora, estudiosa y divulgadora de la literatura, dedicó su vida por entero a su mayor pasión, la palabra escrita.


Desde su ciudad natal, Zaragoza, o desde sus numerosas colaboraciones con universidades americanas la voz de Ana María acompañó a todo aquel que quisiese adentrarse sin prejuicios en el tempestuoso mundo de la literatura iberoamericana.  

 

Poco antes de morir, nos brindó un pequeño regalo en forma de último libro donde, una vez más, dio voz y salida a algunas de sus obsesiones literarias y, sobre todo, a su incondicional amor por Iberoamérica, entregando todo su saber (que era mucho) y su habilidad narrativa y poética (además de lo dicho, Ana María fue autora de 8 poemarios, dos libros de relatos, tres novelas, dos antologías e innumerables artículos sobre el por qué y el cómo de los autores que admiraba) al análisis del famoso boom sudamericano y sus ilustres antecesores.  

 

A pesar de que se trate de un tema archiconocido y de la inmensa cantidad de tinta gastada en torno a sus autores, Ana María Navales supo esquivar con elegancia todos los tópicos construidos alrededor de este fenómeno editorial, analizándolos con precisión y dirigiendo su inquisitiva mirada hacia "los otros autores", escritores de altura indiscutible pero incomprensiblemente relegados por los catálogos oficiales. En Los senderos que se bifurcan Navales nos permite seguir por última vez su estilo puntilloso y preciso, siempre acompañado por una envidiable capacidad de empatía hacia lo analizado, que tanto hizo disfrutar a los lectores del Heraldo de Aragón, donde escribió mucho y supo ganarse un hueco en el difícil mundo de la prensa de opinión. A través de pequeñas crónicas, muchas de ellas deliciosas, todas pertinentes y reveladoras, Ana María nos muestra al universo íntimo de algunos "abuelos" como Miguel Ángel Asturias, José Martí o Roberto Artl, sin olvidarse de los consagrados Márquez, Fuentes, Vargas-Llosa, Donoso o Infante. Pero lo verdaderamente importante en este libro de titulo borgiano es que, entre tanto nombre (merecidamente) ilustre, aparecen otros de similar enjundia, algunos casi desconocidos, como Mariano Azuela, el colombiano Álvarez Gardeazábal o el poeta salvadoreño José Roberto Cea, y que por fin ocupen un espacio importante las autoras sudamericanas, eternas olvidadas del brillante pero incompleto catálogo de escritores del boom: Nivaria Tejera, Peri Rossi, Armonía Somers, Marcela Serrano, Luisa Peluffo.  

 

Como se suele decir, no están todos los que son ni son todos los que están, pero todos (y todas) merecían que una pluma certera les cediese por fin un espacio en nuestro desconcertante mundo editorial y académico. Ana María Navales, que sabía que enseñar es aprender dos veces, se despide así de nosotros haciendo un último guiño y dedicándose a lo que mejor sabía hacer: abrir caminos intransitados, descubrir autores, revelar secretos; pues Ana María, que dedicó su vida a enseñar, conocía la lección del relato con el que decidió titular su último libro, que "esta trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas las posibilidades".   


http://www.ambitocultural.es/ambitocultural/portal.do?IDM=23&NM=1&identificador=88

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