Los motivos del salvaje, de Ángel Antonio Herrera
Por Túa Blesa
El Cultural, 18-24 de mayo de 2012
La voz que sustenta estos poemas es la de quien se piensa a mitad del
camino de la vida, para decirlo con palabras memorables de Dante. Hay
desde el primer verso del libro conciencia de ello: “La desdicha que me
apague ya escogió su noche”. Tal posición condiciona todo su discurso y
lo fuerza a volver la vista atrás, recordarse niño –“si digo dicha digo
también infancia” –y también en etapas posteriores, y nombrar el gozo,
irrecuperable salvo por la pálida imagen que guarda la memoria.
Sin
embargo, esto no implica que el personaje caiga en un rosario de
lamentaciones. Sus palabras son apasionadas, no en vano dice que son
suyos “los motivos del salvaje”. Así, el resultado es una tensión sin
solución que da vitalidad a los poemas. Más les da la vida, pues
provienen de ahí, de esos sentimientos contradictorios, y así se
declara: “va en el decir mi dolor, y va mi consuelo”, uno de los
múltiples casos de unión de opuestos, una de las figuras claves de estos
poemas y que puede entenderse como la expresión del conflicto básico
del sujeto, ya apuntado, en un libro, por cierto, rebosante de imágenes,
arrebatado. Ángel Antonio Herrera (Madrid, 1965), con varios libros de
poesía, narrativa, etcétera, vuelve a dar aquí muestra de su
arrebatamiento y su pericia poética.
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